Evan Spiegel, fundador y CEO de Snap, dueña de la red social de Snapchat
Parece que la crisis de las tecnológicas continúa en 2024, Sanp, matriz de Snapchat, anunció que reduciría su plantilla un 20%, despidiendo a 1.300 de los 6.500 empleados que tenía, y el nuevo ejercicio fiscal no le ha sido mucho más favorable.
Snapchat fue un defensor a ultranza del derecho al olvido en la red, o mejor dicho, del deber al olvido. Y es que la red social y aplicación móvil creada por Evan Spiegel se centra en mensajes cortos y efímeros, que se eliminan segundos después de ser leídos. Funciona como una app de mensajería instantánea, donde puedes añadir contactos y enviarles mensajes en forma de foto o vídeo.
Pero los resultados presentados esta semana confirman que su historia de éxito va a ser tan efímera como su producto. Snapchat creció rápido, era enormemente rentable, pronto preparó su salida a bolsa, su fundador a sus 26 años fue el multimillonario más joven en la lista Forbes, con una fortuna valorada en 1.890 millones. Todo el mundo quería la aplicación, incluso Mark Zuckerberg, fundador de Facebook y CEO de su matriz (Meta), quien le ofreció a Spiegel en 2013 comprarle Snapchat, oferta que fue rechazada.
Zuckerberg hizo lo mejor que sabe hacer cuando recibe una negativa de compra: copiar la invención del 'derecho al olvido digital' e incorporarlo en sus redes sociales, por ejemplo en los famosos estados de WhatsApp o las historias de Facebook e Instagram.
Tras esta copia, los usuarios dejaron de usar Snapchat, ¿para qué tener una aplicación más cuando una que ya tengo me da ese servicio? Y esto es algo que a día de hoy todavía le pasa factura a la empresa estadounidense Snap Inc., propietaria de de Spectacles o de la red social Snapchat, que se desplomó un 30% en bolsa tras publicar sus resultados.
Desde la compañía relacionaron los malos resultados con el conflicto en Gaza, sin explicar claramente el vínculo: "Nos motiva el progreso conseguido con nuestra plataforma publicitaria y los resultados mejorados que estamos entregando a nuestros anunciantes (pero) estimamos que el inicio del conflicto en Oriente Medio es un viento en contra en el cuarto trimestre (de 2023) para nuestro crecimiento de casi 2% anual".
El problema real parece estar en los ingresos publicitarios y en la falta de monetización de la plataforma, que han hecho que los ingresos se mantengan prácticamente idénticos a los de 2022, pasando de 4.602 millones de dólares a 4.606 millones de dólares. Las pérdidas se redujeron mínimamente a 1.322 millones de dólares, frente a los 1.430 millones del año anterior, pero la compañía destaca que logró un resultado bruto de explotación positivo de 162 millones de dólares, y un flujo de caja operativo positivo de 247 millones de dólares.
La realidad es que Snap sufrió caída de ingresos durante toda la primera mitad y sólo crecieron en la segunda mitad de 2023. Pese a ello, la compañía sigue sin ser rentable: "Nuestras previsiones de ingresos oscilan entre 1.095 y 1.135 millones de dólares, lo que supone un crecimiento interanual del 11% al 15%. Basándonos en esta horquilla de ingresos y en nuestros planes de inversión para el trimestre, estimamos que el resultado bruto de explotación ajustado se situará entre 55 y 95 millones de dólares negativos en el primer trimestre".
"2023 fue un año fundamental para Snap, ya que transformamos nuestro negocio de publicidad y continuamos expandiendo nuestra comunidad global, alcanzando los 414 millones de usuarios activos diarios", dijo Spiegel. "Snapchat mejora las relaciones con los amigos, la familia y el mundo, y esta propuesta de valor única ha proporcionado una base sólida para construir nuestro negocio para el crecimiento a largo plazo".
Por mucha 'nota positiva' que quiera vender la compañía, la realidad es que han anunciado una nueva ronda de despidos del 10% de su plantilla, 450 personas, y los empleados han asegurado que creen que no será la última, sino que en las próximas semanas habrá más reducciones de plantilla.