La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, y los secretarios generales de CCOO y UGT, Unai Sordo Pepe Álvarez, han firmado hoy miércoles el acuerdo que han alcanzado para subir el salario mínimo interprofesional (SMI) un 5%, hasta los 1.134 euros al mes por catorce pagas, con efectos retroactivos desde el 1 de enero de 2024.

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Las organizaciones empresariales CEOE y Cepyme no se han sumado al acuerdo, tras el intento de chantaje que sufrieron por parte de Gobierno y sindicatos.

En este sentido, los secretarios generales de UGT y CCOO, Pepe Álvarez y Unai Sordo, se han embriagado del 'estilo Yolandísima' y han asegurado que la subida del SMI tiene "cara de mujer y de joven", pues el perfil tipo del perceptor de esta renta mínima "es mujer, joven, con contrato temporal y que trabaja en sectores como el comercio, la hostelería o en los sectores agroalimentarios".

Pero como nuestra ministra trabajadora nunca tiene suficiente, ha aprovechado la ocasión para anunciar su siguiente paso: la reducción de la jornada laboral.

Convoca la mesa de diálogo social para el próximo jueves 25 de enero, aunque ya saben, si la patronal se opone, se aprobará lo que Yolanda quiera, que para eso es ministra: "Vamos a reducir la jornada laboral que lleva congelada 40 años en nuestro país, pero sin reducción salarial, porque esto es lo que va a hacer que sigamos subiendo los salarios en nuestro país".

Ya saben: 'si trabajas menos horas producirás más'. Y si no se lo creen, ya se sacarán de la manga un informe científico donde se demuestre que esto es así. 

El mundo de gominola de Yolanda funciona así, primero sus ideas no cuajan, al menos en un principio, y todos son memes y risas hasta que llega Sánchez y cede y las 'felices ideas' de Díaz se implantan. Volvemos a estar frente a la magia de Sumar.

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No hay que trabajar menos, sino crear más. No es este el momento de reducir la jornada semanal de 40 horas pero sí la de romper este absurdo esquema donde tenemos uno de los paros más altos de Europa mientras el empresario paga las cuotas más onerosas de Europa. Pero no, el Gobierno hace todo lo contrario. Con la Reforma Laboral, más que un contrato de firmas sella un pacto de sangre con el trabajador... y las cuotas sociales no dejan de subir. 

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