Decíamos ayer que Escrivá anunció un acuerdo con Bruselas en pensiones, sin haber hablado con patronal y sindicatos. La reforma de las pensiones debía haber estada lista en diciembre. Europa ha presionado a Escrivá hasta que este ha decidido sentarse con los agentes sociales. A  la amenaza de Bruselas, se le sumó la alerta del Banco de España, y hace unas semanas los 'hombres de negro' visitaron España y lo volvieron a repetir: un hito no se ha cumplido, la reforma de las pensiones. De no llevarse a cabo, el Gobierno deberá "afrontar las consecuencias". Por lo que el Ministro citaba de urgencia a los sindicatos y a la patronal para hoy viernes, avisándoles 24 horas antes.  Al final, naturalmente la CEOE se ha opuesto.

Escrivá lograba primero un pacto con Bruselas para que se desbloquee el desembolso de la segunda partida de los Fondos Europeos. Después se reunía con la Ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, que daba su sí rotundo a las medidas y presentaba el plan a los socios de Gobierno, los podemitas daban también su visto bueno y la reunión seguía adelante. Esta mañana el ministro llevaba sus medidas pactadas con todos, menos con la patronal y los sindicatos, y se las presentaba a éstos. 

Oficialmente no se conoce al detalle el plan de Escrivá. Pero sí se ha podido saber parte de esta 'reformita' que no va a hacer para nada que el sistema sea viable y no caiga completamente en la quiebra: una extensión del periodo de cómputo para calcular la pensión, lo que supondrá elevarlo de los 25 años actuales hasta 29, aunque el trabajador podrá elegir los mejores 27 y descartar los dos peores. El Gobierno no tiene forma de afrontar el gasto en pensiones y va a bajar la cuantía de estas por la puerta de atrás. Y hasta aquí la medida estrella de Escrivá. 

Además, se plantea la subida de las cotizaciones máximas, que se hará entre 2024 y 2050 sumándole a la cuantía anual del IPC una cuantía fija de 1,2 puntos porcentuales. Junto a esto, se prevé imponer una cuota de solidaridad para la parte del salario que no cotiza por superar el tope máximo de cotización. Y para intentar ingresar más, el ministro contempla una subida progresiva del Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI) que ha entrado en vigor este año.

La propuesta ya fue criticada por los principales agentes sociales y también por varios expertos en pensiones que llegaban a echar en cara al Gobierno que fuera muy solidario en la subida de las pensiones pero que no explicara quién y cómo se iba a pagar esas subidas. A la salida de la reunión CEOE, CEPYME y ATA han mostrado su "más frontal oposición ante la propuesta de reforma del sistema público de pensiones planteada hoy por el Gobierno". 

"El sostenimiento del sistema se hace recaer en los trabajadores y las empresas mediante una subida generalizada de cotizaciones que mermará salarios e incrementará los costes laborales poniendo en peligro la creación de empleo". 

Se quejan, y con razón, del 'estilo Escrivá', él llega con un acuerdo cerrado con Bruselas, ni informa ni dialoga, así nadie puede negarse a aceptarlo: "Resulta inconcebible que el Gobierno afronte esta reforma sin el necesario debate y diálogo social tras alcanzar un acuerdo con Europa en una cesión de soberanía sin precedentes".

Esto es lo que Pedro Sánchez llama "mantenimiento del poder adquisitivo, equidad en las pensiones y sostenimiento del sistema". Por supuesto, un acuerdo histórico, aunque no consiga hacer sostenible ni por asomo el sistema.