Uno de los argumentos de Meinrad Spenger para convencer a Bruselas de la fusión, es la guerra de tarifas que hay en España, guerra que él desató en su día con ventas a pérdidas
Meinrad Spenger, CEO de MásMóvil, no está pensando en una fusión con Orange, sino con Vodafone, aunque lo cierto es que la estrategia la marcan los tres fondos propietarios de la teleco, Providence, KKR y Cinven. Recuerden que MásMóvil no es un proyecto industrial sino una inversión especulativa. No interesa tanto el servicio al cliente como ir engordando la compañía hasta que llegue el momento de venderla.
Lo cierto es que el modelo MásMóvil, basado en quitarle clientes a las tres grandes, con ofertas low cost, se ha agotado. La compañía ya no incrementa el número de usuarios con la misma alegría con la que inició su andadura y tras comprar Yoigo, Pepephone y Euskaltel, ha llegado el momento de dar el salto definitivo y afrontar una gran operación corporativa. Los fondos lo tienen claro: hay que seguir engordando.
La situación del mercado, además, presiona en esa misma dirección. Cuatro grandes telecos son multitud en un mercado de 47 millones de habitantes y con el 5G llamando a la puerta.
MásMóvil necesita crecer y Vodafone ha adoptado una actitud proactiva, tanto en España como en otros mercados como Italia y Reino Unido. La teleco británica quiere ser protagonista de la consolidación del sector y de cara a la negociación, en principio es más sencillo llegar a un acuerdo con un inversor privado, fondos incluidos, que con el Éliseo. Porque, no lo duden, el gobierno francés tendría la última palabra en una fusión con MásMóvil y en París no son muy proclives a ceder cotas de poder ni en sus empresas ni en las filiales. Y para Orange, España es la segunda plaza más importante, solo por detrás de Francia.
Providence, KKR y Cinven, por su parte, tampoco contemplan perder el control de su inversión. Ya han llegado muy lejos como para eso.