Lo mejor de la Junta de ACS no es lo que se ha dicho, sino lo que no se ha dicho. La junta en sí ha sido más de lo mismo: contabilización del cuórum presente y representado - bastante ajustado, solo un 55,8% -, lectura del discurso por parte de Florentino Pérez -el presidente podría poner un poco más de entusiasmo, aunque esa es una batalla perdida- y lectura del resumen del orden del día, un par de intervenciones de accionistas, aplausos y ¡Hala Madrid!. 

Por supuesto, todo aprobado con amplias mayorías. Reparto de un dividendo de 2 euros por acción, lo que representa un incremento del 16% respecto al del año pasado, de 1,72 euros por acción. Nombramiento de KPMG como auditor de las cuentas del ejercicio 2022. Y nombramiento de Juan Santamaría como consejero ejecutivo y de María José García Beato como consejera independiente.

Florentino continua preparando su difícil sucesión y parece que ha encontrado nuevo delfín que gestione sus negocios, mientras sus hijos se quedarán de rentistas.Santamaría actualmente es presidente de la australiana Cimic, lleva ligado al grupo ACS desde hace 20 años en distintos puestos de dirección. Santamaría fue director general de CPB Contractors, el negocio de construcción del grupo Cimic, con responsabilidad en todas las geografías, incluidas Australia, Nueva Zelanda, Papúa Nueva Guinea, India y Asia. Antes de eso, ocupó cargos como el de director gerente de UGL, negocio de servicios del grupo Cimic, y el de gerente general ejecutivo de Public Private Partnerships and Construction West en CPB Contractors. ¿Cuánto durará este nuevo delfín? 

Recordemos que el puesto llevaba vacante desde que Florentino destituyó fulminantemente al que estaba llamado a ser su sucesor, Marcelino Fernández Verdes, quien tuvo que ratificar su renuncia en vivo y en directo. Marcelino sigue siendo CEO de Hochtief y presidente de Abertis, pero fue desterrado por completo del Corporativo.

Sigue asombrando la entrada de García Beato, que había quedado un tanto marginada en el Sabadell. ¿Será la sucesora de José Luis del Valle como asesora jurídica principal del grupo?

De lo que Florentino no ha hecho mención alguna es de la OPA sobre Atlantia y de la situación con sus socios de Abertis, los Benetton. La guerra por las concesiones de Atlantia aún no ha terminado, pero Pérez ha preferido no referirse a la operación en ningún momento. Florentino quiere Sanef, la joya de la corona de Abertis en Francia, y los italianos no están dispuestos a ceder. 

Lo que sí ha reitarado es el objetivo de invertir los cerca de 3.000 millones de plusvalía obtenidos por la venta de Cobra Vinci. Como hemos publicado en Hispanidad, Florentino quiere convertir el negocio en una concesionaria, un negocio menos arriesgado y más llevadero que el de la construcción. Florentino ha anunciado el estudio de nuevas oportunidades concesionales de autopistas en Estados Unidos, y ha asegurado que el resultado será anunciado "próximamente". Sobre la mesa, el interés de Florentino por Sacyr