
Las bolsas del mundo amanecían planas a la espera de la publicación de la tasa de inflación de la zona euro. La oficina comunitaria de estadística, Eurostat lo ha hecho público: en junio se ha alcanzado el 2,0%, frente al 1,9% de mayo.
En el sexto mes de 2025, se espera que los servicios tengan la tasa anual más alta en junio, del 3,3% frente al 3,2% de mayo, seguido de los alimentos, alcohol y tabaco, en el 3,1%, frente al 3,2% del mes anterior, los bienes industriales no energéticos se quedan en el 0,5%, frente al 0,6% en mayo y la energía registró una caída de 2,7%, frente a la bajada del 3,6% en mayo.
De tal modo, al excluir del cálculo el impacto de la energía, la tasa de Inflación interanual de la zona euro en junio se mantuvo en el 2,5%. En cuanto a la tasa de Inflación subyacente, que además de los precios de la energía deja fuera del cálculo también a los alimentos frescos, el alcohol y el tabaco, esta referencia repitió en junio en el nivel del 2,3%.
Entre los países del euro, las mayores tasas de Inflación en junio se observaron en Estonia (5,2%), Eslovaquia (4,6%) y Croacia (4,4%), mientras que las menores subidas de precios correspondieron a Chipre (0,5%), Francia (0,8%) e Irlanda (1,6%).
Pero cuidado, porque España sube al 2,2%, frente al 2% de mayo, lo que amplía a dos décimas el diferencial desfavorable respecto del promedio de la eurozona. Es decir, España está peor que la media de Europa. Es más, la inflación ha vuelto a subir, por lo que los precios siguen disparados. Pero ya saben que uno de los mantras del Gobierno es que como el IPC no sube tanto como hace unos meses, el dato es bonísimo, sin embargo, los datos serían buenos si los precios bajaran, pero es que siguen subiendo, aunque sea menos que antes.
Y más, recuerden que otro de los mantras de Sánchez y su Ejecutiva ha sido que el IPC se disparó a causa de "la guerra de Putin", pero como son tan listos y hacen tan bien su trabajo, su Gobierno ha conseguido contener los precios pese a que la guerra contnúa. Pero la realidad es que los precios empezaron a subir en enero de 2021, cuando España 'gozaba' de un IPC situado en el 0,5%. En enero de 2022, un mes antes del estallido del conflicto, el IPC se situó en el 6,1% y en febrero escaló al 7,6%. Desde ese momento la cosa se desmadró, hasta hoy cuando tenemos un IPC que se sitúa en el 2,2%, muy lejos de los datos previos a la llegada de Sánchez a Moncloa. Sin embargo, las mentiras continúan, y Don Pedro es quien hace que el poder adquisitivo de los españoles haya mejorado, pese a que los precios sigan disparados. No es magia, son las matemáticas sanchistas.