ING es una de las compañías afectadas directamente por la invasión de Ucrania y, sobre todo, las sanciones económicas impuestas a Rusia. Así, el beneficio del grupo se redujo un 57,3% durante el primer trimestre, hasta los 429 millones de euros, según los resultados publicados este viernes por la entidad.

Concretamente, el banco tuvo que destinar 987 millones a provisiones (un 342,6% más que en 2021) por impagos durante el trimestre, de los que 834 millones correspondieron al coste de riesgo del negocio de banca mayorista vinculado a Rusia.

Además, el grupo holandés destinó otros 649 millones a costes regulatorios, un 10,6% más que el año anterior.

Visto lo visto, parecería lógico pensar que los únicos problemas de ING son externos y temporales, pero no es así. El negocio bancario no anda fino y los ingresos se redujeron un 2,2%, hasta los 4.600 millones de euros, tras una caída de los ingresos por intereses del 2,8%, hasta los 3.415 millones. El aumento del 9,3% de las comisiones, hasta los 933 millones, no fue suficiente.

A pesar de todo, el banco anunció un programa de recompra de acciones por un máximo de 380 millones de euros y un dividendo en efectivo de 870 millones. La cotización del grupo, en cualquier caso, cae más de un 2% durante las primeras horas de la sesión de este viernes.

La filial española, por su parte, registró un aumento del 9,9% de los clientes de Cuenta Nómina y ya cuenta con 2,8 millones de usuarios. La entidad tiene un total de 4,2 millones de clientes en nuestro país, un 3% más que en 2021. Entre enero y marzo aumentaron los depósitos (3%), hasta los 41,5 millones de euros y la financiación (2%), hasta los 24,5 millones, pero disminuyeron los productos de inversión (3%), hasta los 14,2 millones.