“No existe margen ninguno para una subida de impuestos”, afirmó este lunes Íñigo Fernández de Mesa, presidente del Instituto de Estudios Económicos (IEE), durante la presentación del Libro Blanco para la reforma fiscal, elaborado por 60 expertos tributarios. De esta manera, el IEE se adelanta a Hacienda que, se supone, presentará, a finales de febrero, las propuestas del comité de expertos designado por el ministerio, para la reforma fiscal anunciada por la ministra María Jesús Montero.

Todo apunta a que esas propuestas se centrarán en subir los impuestos, justo lo contrario de lo que dicta el Libro Blanco del IEE. En otras palabras, lo que debe hacer el Gobierno para aumentar la recaudación es reducir la economía sumergida y eso se consigue, entre otras medidas, reduciendo las cotizaciones sociales.

España está muy por encima del resto de países europeos en impuestos al trabajo: el tipo de cotización es del 31,13% frente al 22,2% de la media continental. Por tanto, no solo no se deben subir, sino que es necesario reducirlos. Por cada punto porcentual que aumentan las cuotas sociales, el empleo se contrae un 0,4%, según Gregorio Izquierdo, director general del IEE.

No hay margen para subir los impuestos pero sí, y mucho, para hacer más eficiente el gasto público, otra de las claves del Libro Blanco. Mucho nos tememos que Marisú Montero hará oídos sordos a las propuestas del IEE y justificará su hachazo fiscal en el documento que presenten los presuntos expertos designados por ella.

Al menos debe saber que una subida de impuestos equivalente a 3 puntos de PIB -unos 30.000 millones de euros-, supondría la pérdida de un millón de empleos y una caída del PIB de 5 puntos.