Javier Barallat, madrileño de 41 años, nos cuenta en esta entrevista que se interesó por los mercados financieros porque su padre era un gran inversor en Bolsa y, aunque intentó trabajar como abogado, no en vano estudió Derecho, optó por este mundo “que va mucho con mi carácter. No soy una persona a la que le gusté la rutina.”

Llegó a Caser en 2020, un año para no olvidar, desde Singular Bank. “En Caser, trabajo como asesor patrimonial….una labor que si se hace con dedicación y cariño puedes lograr que tus clientes alcancen sus objetivos financieros”.

Del sector salud, de sus perspectivas, de su comportamiento en Bolsa y de que ha dado el sorpasso como inversión favorita de los fondos, hemos charlado con Barallat para el que, el envejecimiento progresivo de la población en los países desarrollados junto con el aumento de la clase media en los países emergentes… “va a provocar que siga creciendo la inversión en salud durante las próximas décadas”.

-Dígame, en dos párrafos, quién es Javier Barallat, por favor.

Soy asesor patrimonial de Caser asesores financieros, tengo 41 años y nací en Madrid. Estudié Derecho por la Universidad Complutense de Madrid y posteriormente hice un diplomado en finanzas por la Universidad de Chile. En cuanto a mi trayectoria profesional comencé trabajando como abogado en un despacho en Madrid donde estuve un año y luego me cambié al sector financiero donde he trabajado tanto en Madrid como en Santiago de Chile.

-¿Cómo llega a esto de los mercados financieros?

Buena pregunta. Mi padre es un gran inversor y desde que comencé a estudiar la carrera veía como invertía en Bolsa y me llamaba la atención. Intenté trabajar como abogado, pero me llamó más la atención el mundo de los mercados financieros. La razón es que cada día es diferente, tienes que estar permanentemente actualizado y lo que era válido ayer puede no serlo hoy día. Es algo que va mucho con mi carácter, no soy una persona a la que le gusté la rutina.

-Y, ¿siempre tuvo claro que su actividad profesional sería esta?

No, lo descubrí ya trabajando en el Banco. Primero intenté trabajar en otras áreas como riesgos, compliance, pero veía que no estaba plenamente satisfecho. La decisión la tomé por casualidad, un vecino del edificio en el que vivía en Santiago de Chile me dijo que trabajaba como asesor patrimonial en el Banco Santander y que amaba su trabajo. Yo le comenté que me gustaba la Bolsa y me animó a cambiarme. Fue bastante difícil porque en Chile para poder trabajar como asesor te exigían pasar un examen bastante complicado, pero afortunadamente logré aprobarlo y me contrataron. Es sin duda la mejor decisión que he tomando en mi vida.

La gente nunca va a escatimar en salud independientemente del momento del ciclo

-En sus más de diez años de experiencia, ¿recuerda cuál ha sido uno de los mejores momentos?

Ha habido muchos. Creo que uno de los mejores fue cuando me premiaron como mejor asesor patrimonial del Banco Santander en Santiago de Chile. Llevaba solo dos meses trabajando y obtener un reconocimiento así te motiva muchísimo. 

-Y, ¿el menos bueno?

Cuando he visto que no reconocían la valía de un compañero de trabajo que consideraba un buen profesional.

-¿Cómo definiría el que estamos viviendo actualmente?

Actualmente estoy muy feliz tanto a nivel personal como profesional. Caser es una entidad en la que prima el buen ambiente laboral y con muchas ganas de impulsar su área de asesoramiento financiero. Poder participar en un proyecto relativamente nuevo en el que hay tantos compañeros con ilusión por crear un modelo de asesoramiento diferencial es algo que me motiva muchísimo.

-Llega a Caser en 2020, un año para no olvidar, desde Singular Bank. ¿No le dio cierto vértigo plantearse un cambio en la situación que estábamos viviendo?

No. Desde hace tiempo buscaba una entidad que realmente ofreciese asesoramiento independiente a los clientes y que apostase realmente por la formación continua de sus empleados. Caser es la entidad que desde mi punto de vista mejor cumple con estas directrices y por eso decidí apostar por ella.

-¿Cuál es su trabajo en Caser asesores financieros?

Trabajo como asesor patrimonial. Es un trabajo muy bonito ya que si se hace con dedicación y cariño puedes lograr que tus clientes alcancen sus objetivos financieros. Gracias a esta circunstancia seguramente a la larga acaben siendo más felices lo cual para mi es una motivación enorme para enfrentar el día a día. 

La salud es un bien público y para la mayor parte de los individuos el más importante

Barallat

 

-Leía hace unos meses un titular que decía: “El sector de la salud da el sorpasso… como inversión favorita de los fondos”. ¿Dónde radica su atractivo?

Buena pregunta. Es un sector que a mi juicio todo inversor debe tener en sus carteras. La razón es que es anti cíclico, la gente nunca va a escatimar en salud independientemente del momento del ciclo y está en pleno crecimiento, en los países desarrollados la gente cada vez vive más años y necesita más atención médica y en los países emergentes cada vez hay más clase media que demanda estos servicios.

-¿Ha habido un antes y un después de la crisis sanitaria?

Desde luego. La crisis sanitaria hizo que las empresas invirtieran más en tecnología médica. Desde que estalló la pandemia el gasto sanitario no ha parado de crecer.   

-¿Se puede considerar un sector defensivo, un sector refugio en estos momentos?

Sí, en un escenario como el actual en el que la inflación tanto en Europa como en EEUU sigue muy por encima del objetivo perseguido por los Bancos centrales, es inevitable que en algún momento va a producirse una recesión económica. En este contexto, es un sector que suele hacerlo bastante bien, ya que la gente en momentos de crisis económica reduce muchos gastos, pero no el gasto en salud.  

Desde que estalló la pandemia el gasto sanitario no ha parado de crecer

-¿Qué papel juega la revolución en la tecnología sanitaria que se está produciendo?

La tecnología juega un papel fundamental en la salud. En este sentido, la inteligencia artificial está permitiendo detectar más rápido las enfermedades de los pacientes, disminuir el coste de nuevos fármacos y reducir errores en los diagnósticos por imagen. El blockchain también va a reportar innumerables beneficios y varias empresas entre ellas IBM están creando sistemas para identificar proveedores verificados y evitar la distribución y comercialización de medicamentos falsos.

  -¿Qué tipo de empresas son más atractivas para invertir en este sector?

Grandes farmacéuticas, empresas que prestan servicios de atención médica y compañías que aplican la tecnología a la salud. Siempre recomiendo invertir a través de Fondos de inversión más que en una acción concreta, por la diversificación y la gestión profesionalizada que oferce este producto.

-Y, en este sentido, ¿en qué área geográfica?

Hay empresas buenas tanto en EEUU como en Europa y tanto de gran capitalización como de pequeña y mediana capitalización.

-El sector ha sido uno de los más rezagados en Bolsa. Esta caída de precios, imagino que supone una oportunidad ¿no es así?

Totalmente. El sector salud apenas ha subido un 4% en lo que llevamos de año frente a otros sectores como el tecnológico o viajes que llevan subidas acumuladas de más del 20%.

-La inversión, a través de bonos en el sector, ¿es también otra opción? Por ejemplo, la Comunidad de Madrid emite deuda pública sostenible que incluye el gasto específico de los ingresos en los servicios de salud pública de Madrid

Desde luego. Para perfiles más conservadores la inversión en renta fija puede ser una mejor opción que la inversión en Bolsa. Hay bonos de empresas del sector salud que tienen mejor calidad crediticia que muchos Estados europeos lo cual siempre es una garantía para el inversor.

El sector salud ofrece oportunidades porque apenas ha subido un 4% en lo que llevamos de año frente a otros sectores como el tecnológico 

-El sector sanitario público y el sector privado, ¿están obligados a entenderse, a apoyarse el uno en el otro? Hay bastante polémica, sobre todo política, en este sentido.

Efectivamente son dos sectores que deben entenderse, al final la salud es un bien público y para la mayor parte de los individuos el más importante. Los Estados deben facilitar el acceso a la salud a todos los ciudadanos, pero creo que deben evitar gravar con impuestos excesivos a las empresas para que pueda seguir creciendo el sector.

-¿Cuál es su previsión para el futuro de este sector?

Soy muy optimista, como ya he comentado el envejecimiento progresivo de la población en los países desarrollados junto con el aumento de la clase media en los países emergentes va a provocar en mi opinión que siga creciendo la inversión en salud durante las próximas décadas. 

-¿Por qué no le gusta el sector financiero?

El sector financiero no me gusta por dos razones: la primera es que es un sector muy regulado y la segunda que es un sector muy dependiente del ciclo económico.

-Y, ¿el tecnológico?

En cuanto al sector tecnológico me gusta mucho, de hecho, creo que seguramente sea uno de los sectores que lo haga mejor en los próximos años.  Eso sí creo que hay que estar en empresas con un apalancamiento controlado y buena generación de caja y con productos diferenciadores que les permita fijar precios.

Los Estados deben evitar gravar con impuestos excesivos a las empresas para que pueda seguir creciendo el sector

-Y, por último. Tiene un ‘segundo trabajo’ que es la escritura. Acaba de publicar ‘Un viaje en bicicleta’ y está ya con otro libro que saldrá el próximo otoño. ¿Es su forma de desconectar de los mercados financieros?

Sí. La escritura me permite centrarme en otras cosas. Comencé a escribir en la pandemia y es algo que, recomiendo a todo el mundo, a nivel personal enriquece mucho ya que te permite contar la realidad desde tu punto de vista. Todos tenemos una historia que contar y esa singularidad propia de cada ser humano es desde mi punto de vista lo más bello que existe.