El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha publicado el Índice de Precios de Vivienda (IPV) que refleja que, aunque el precio de la vivienda libre cerró el pasado ejercicio con un incremento medio del 7,4%, el mayor desde 2007, en el último trimestre del ejercicio 2022 el precio disminuye 2,1 puntos y se sitúa en el 5,5%, mostrando síntomas de debilidad del mercado. Por tipo de vivienda, la tasa anual de la vivienda nueva baja seis décimas, hasta el 6,2%. Por su parte, la variación de la vivienda de segunda mano se sitúa en el 5,3%, dos puntos y medio por debajo de la registrada el trimestre anterior.

La variación trimestral del IPV general en el cuarto trimestre es del –0,8%. Es la primera tasa trimestral negativa desde el cuarto trimestre de 2020.

Por tipo de vivienda, los precios de la nueva suben un 1,9% entre el cuarto y el tercer trimestre de 2022. Por su parte, los precios de la vivienda de segunda mano disminuyen un 1,4%. Es la tasa trimestral más baja desde el primer trimestre de 2013.

La tasa anual del IPV disminuye en el cuarto trimestre respecto al tercero en todas las comunidades autónomas, excepto en Canarias, donde se mantiene, y en Comunidad Foral de Navarra, donde sube cuatro décimas. Los mayores descensos de la variación anual se producen en Extremadura, País Vasco, Comunidad de Madrid y La Rioja, con bajadas de 3,7, 2,9, 2,7 y 2,7 puntos, respectivamente.

Algo que la estadística Tinsa advitió a comienzos de semana con la publicación de los datos del precio medio de la vivienda nueva y usada correspondientes al mes de febrero en España, registrando un estancamiento en su crecimiento tras varios meses de desaceleración, el Índice General registró un ligero descenso del 0,1 % entre enero y febrero (tasa mensual). 

Con estos datos del INE, la caída de la compra venta de viviendas, la disminución de la firma de hipotecas, el euribor en el 3,59, como en 2008, y la subida de tipos, se constata un giro del mercado, que hace presagiar el peor de los escenarios: una crisis de vivienda.