Luis de Guindos incidió este miércoles en el mismo mensaje de otros organismos internacionales como el FMI y la OCDE. En síntesis, que los gobiernos deben acotar las ayudas públicas a los sectores más castigados por la inflación y a las familias más vulnerables, y durante un periodo limitado de tiempo.

Se trata de un llamamiento, un clamor, dirigido a todos los gobiernos de la Eurozona, incluido el español, que mañana jueves verá aprobados los Presupuestos Generales de 2023, los más sociales de toda la democracia, esto es, los más derrochadores.

“Hay que evitar el conflicto entre la política fiscal y la monetaria. Lo que ha pasado en Reino Unido es un aviso de lo que podría pasar en otras zonas del mundo”, afirmó el número dos del BCE, durante su intervención en el XXIX Encuentro del sector Financiero, organizado por Deloitte, ABC y Sociedad de Tasación.

Ojo, Liz Truss no cayó, como asegura el Gobierno, por bajar los impuestos, sino por pretender, al mismo tiempo, mantener el gasto público y financiarlo con deuda. Su previsión, y lo que horrorizó a los mercados, era aumentar la deuda hasta el 112% del PIB en los próximos años. En España ya estamos por encima del 116% y los mismos mercados no dicen nada.

Segundo mensaje: es muy posible que entremos en recesión en el cuarto trimestre del año y primero de 2023, en Europa. “Nos tocan tiempos complejos, con menos crecimiento económico y con la posibilidad de una recesión técnica en Europa”, afirmó. Una recesión que irá acompañada de una inflación que, según Guindos, seguirá muy elevada, en el entorno del 7% durante 2023. Precios disparados con recesión económica, el escenario más peligroso.