Pablo Hernández de Cos, gobernador del Banco de España, una de las pocas instituciones que aún mantienen su independencia de Moncloa
Es la palabra de Pedro Sánchez -lo que queda de ella- frente a la de la AIREF y ahora también a la de Pablo Hernández de Cos. Hablamos de la reforma de las pensiones que el próximo jueves, si nadie lo impide, recibirá el visto bueno del Congreso. La reforma supone aumentar las cuotas sociales, que en España ya son superiores al resto de Europa, como adelantó Hispanidad.
Pero vamos con Hernández de Cos, que el lunes defendió la reforma aprobada por el Gobierno de Mariano Rajoy en 2013 y que supuso revalorizar las pensiones un 0,25% tras la congelación impuesta por el Gobierno socialista de Zapatero. “Garantizaba el sistema”, afirmó durante un evento organizado por ‘El Norte de Castilla’, en Valladolid. Y aunque no criticó directamente la actual reforma de José Luis Escrivá, que supone revalorizarlas según el IPC, dejó claro que veía más viable el modelo Rajoy.
Esto dijo el gobernador, una de las pocas voces independientes que quedan en las instituciones españolas: “La AIREF detalla bien unas conclusiones que podríamos compartir: estima que las medidas puestas encima de la mesa no serían suficientes para compensar el incremento del gasto público. En ese contexto, operaría un mecanismo automático y, si se demuestra que no es suficiente, habría que tomar nuevas medidas en el Parlamento o, de lo contrario, realizar un nuevo ajuste automático con cotizaciones”, afirmó.
Todavía más: advierte que, aún con eso, sería necesario subir las cuotas, lo que califica muy finamente como "ajuste automático"
En otras palabras, si los ingresos no logran compensar la subida de las pensiones -este año del 8,5%-, habrá que subir las cuotas sociales, que en España ya son superiores al resto de Europa, como hemos dicho anteriormente. Es decir, más impuestos al trabajo que provocarán pérdida de empleo, lo que a su vez provocará más déficit del sistema de pensiones. En resumen: no es sostenible, por mucho que Sánchez insista en lo contrario.
“Debería realizarse un ajuste equilibrado de las variables: por el lado del gasto y por los ingresos. No solo en las cotizaciones, sino en la recaudación tributaria, que en España es menor que en la UE por el lado del IVA y los Impuestos Especiales y Medioambientales”, afirmó Hernández de Cos que también señaló que se debería “considerar la edad de jubilación”, es decir, retrasarla todavía más.
Resumiendo, esta es la receta para hacer sostenible el sistema público de pensiones: reducir el gasto público, cambiar cuotas por IVA y retrasar la edad de jubilación.