
'Exprimir la gallina de los huevos de oro', así puede resumirse lo que el Gobierno está haciendo con el tejido empresarial español. Lo denuncia el IEE en su informe 'Competitividad fiscal empresarial 2025: El nuevo indicador de la contribución fiscal empresarial total', que como todos sabemos son unos peligrosos fascistas, pero se apoyan en Tax Fundation, por lo que ya no es que los peligrosos derechosos del servicio de estudios de la CEOE se hayan sacado datos de la chistera para ir contra el 'como una moto' de la economía Sánchez.
El estudio ha sido presentado por el director general del IEE, Gregorio Izquierdo, junto a Daniel Bunn, presidente y CEO de Tax Foundation, y Cristina Enache, economista de la misma institución.
🗣Comenzamos la presentación del nuevo estudio ‘Competitividad fiscal empresarial 2025: El nuevo indicador de la contribución fiscal empresarial total'.
— IEE (@IEE_madrid) June 30, 2025
Los encargado de exponer las principales conclusiones del informe son nuestro director general, Gregorio Izquierdo, el… pic.twitter.com/GmMq55eazb
Algunos datos del informe:
- En España, la renta per cápita se sitúa por debajo del promedio de la Unión Europea.
- En los últimos años, el proceso de convergencia económica con la UE se ha visto ralentizado, principalmente debido al deterioro de la productividad.
- Durante el periodo (2013-2023) España destaca por un incremento acumulado de la presión fiscal empresarial de 2,3 puntos porcentuales del PIB, situándose entre los países con mayor aumento de la presión fiscal empresarial en el periodo analizado, tan solo por detrás de los Países Bajos (2,9%) y muy lejos de la variación acumulada por el conjunto de países de la UE en el mismo periodo (0,4%).
- El análisis del Impuesto sobre Sociedades -pieza central de la fiscalidad empresarial- revela que España aplica un tipo nominal del 25%, por encima de las medias de la OCDE (23%) y de la Unión Europea (21,8%).
- Sin embargo, este esfuerzo fiscal no se traduce en una mayor recaudación por parte del Impuesto sobre Sociedades en términos de Producto Interior Bruto. En 2023, España recaudó el equivalente al 2,9% del PIB por este impuesto, frente a un promedio europeo del 3,2%.
- Otro componente fundamental del esfuerzo fiscal empresarial son las cotizaciones sociales a cargo del empleador, donde, de nuevo, España presenta una estructura fiscal particularmente gravosa para el tejido empresarial en el contexto de la Unión Europea. En el caso español, estas representan el 25,8% del total de la recaudación fiscal, muy por encima del promedio europeo del 17,9%. Este dato sitúa a España como una de las economías europeas que más carga social impone a las empresas.
- En cuanto a la fiscalidad sobre los dividendos, España presenta un tipo de imposición sobre dividendos del 28%, por encima de la media de la UE (24%).
En relación con el PIB, los impuestos empresariales en España representan un 17,8 %. Muy por encima del 12,8 % en la OCDE y el 14,8 % en la UE. Esto impacta directamente sobre la competitividad.
— IEE (@IEE_madrid) June 30, 2025
La tributación en España es excesiva y muy superior a nuestro entorno. pic.twitter.com/hUMB7P1nNP
Y estos datos son bellos e instructivos porque otra de las conclusiones del estudio es que España depende de manera excesiva de los impuesto empresariales. "En este escenario, el tejido empresarial no solo desempeña un papel fundamental en la generación de riqueza, empleo y productividad, sino que también sostiene, directa e indirectamente, una parte sustancial de los ingresos públicos"... y tanto, en concreto, España se sitúa como el cuarto país de la OCDE y de la UE con mayor dependencia de la recaudación proveniente de las empresas. El 48,8% de la recaudación total proviene de impuestos sobre la actividad empresarial, frente al 37,8%, en promedio, en la OCDE y el 46,1% en la UE. Así, España muestra una dependencia del sector empresarial que supera en 10 puntos la media de la UE.
Además, cuando se observa esta carga con relación al PIB, los impuestos empresariales en España representan un 17,8%, claramente por encima de la media de la OCDE (12,8%) y de la UE (14,8%).
El dato más significativo surge al analizar la presión fiscal sobre el Excedente Bruto de Explotación (EBE), esto es, la renta empresarial. El peso de la contribución fiscal, en términos de esta renta empresarial en España, es del 41,6%, magnitud muy superior a la media de la OCDE (31%) e igualmente mayor al promedio europeo (38,8%).
Finalmente, este análisis se completa al comparar el índice de la contribución fiscal empresarial total como porcentaje de la recaudación en los países de la OCDE, tomando la media de la UE como base 100. España presenta una contribución fiscal empresarial, aproximadamente, un 24% superior a la del promedio de la UE y casi un 30% superior a la media de los países más desarrollados. Este dato sitúa a España entre los países europeos con una mayor contribución de las rentas empresariales a los ingresos públicos, tan solo por detrás de la República Checa, Polonia y Eslovaquia.
El estudio no solo extrae la contribución vía Impuesto sobre Sociedades, puesto que esto sólo supone una cuarta parte, por lo que se han cogido otros indicadores para extraer las conclusiones: "las empresas en España asumen un esfuerzo fiscal excepcionalmente elevado. Si bien tradicionalmente se mide su carga mediante el Impuesto sobre Sociedades, esta visión resulta limitada, por lo que debería analizarse no solo el conjunto de los impuestos y cotizaciones que pagan las empresas, sino también los costes directos e indirectos que suponen para la mismas la administración y gestión de los mismos. Las empresas no solo abonan impuestos directos, sino que también actúan como agentes recaudadores de tributos indirectos -como el IVA, las cotizaciones sociales o las retenciones del IRPF- que trasladan al Estado en nombre de terceros".
Para cuantificar esta carga, el IEE presenta el índice del peso de la contribución fiscal empresarial total en los países de la OCDE. Este índice está basado en los datos de la Tax Foundation, de fuentes de ingresos empresariales y no empresariales en los países de la OCDE, y de la Unión Europea, y se centra, exclusivamente, en los impuestos que las empresas abonan de forma directa, incluyendo no solo el pago del impuesto de sociedades, así como el de las cotizaciones sociales a cargo del empleador, sino que se incluyen, adicionalmente, otros impuestos directos e indirectos.
"En un contexto internacional marcado por la competencia fiscal entre jurisdicciones por atraer capital, talento y actividad productiva, la elevada contribución empresarial al sostenimiento del sistema tributario español constituye una desventaja estructural".
Es decir, no somos ni de lejos el país con más actividad empresarial, ni mejores atractivos inversores, ni con los mejores datos de empleo, sin embargo, los impuestos axfisian a la empresa, pero es que encima el Estado depende en un alto porcentaje de la fiscalidad empresarial para sobrevivir, y no cuidan a los empresarios. Porque claro, para qué reducir el gasto, eso no da votos, lo mejor es mantener y engordar el estado del bienestar, al tiempo criticar al pérfido empresario, subir impuestos, cotizaciones socialas y duplicar gravámenes, mientras dependes económicamente de la gallina de los huevos de oro.