Larry Fink, el mayor ejecutivo de BlackRock
Última carta a sus inversores en la que ha sido claro y contundente, Larry Fink, el mayor ejecutivo de BlackRock, que ha dibujado la situación financiera actual como el “precio a pagar por dinero fácil” de los bancos centrales.
Las reflexiones de Fink no son especialmente optimistas: “Todavía no sabemos las repercusiones que el dinero barato y los cambios regulatorios tendrán sobre los bancos regionales estadounidenses y es probable que veamos más convulsiones y cierres”.
Pero, de momento, la principal consecuencia de las políticas monetaria “extraordinariamente agresivas”, ha sido que la inflación se ha disparado “y para combatirla, la Reserva Federal el año pasado subió las tasas casi 500 puntos básicos”.
Habla del primer efecto colateral, de la primera ficha del dominó en caer porque Fink ha mostrado además su preocupación por el impacto en el sector financiero de las quiebras bancarias de los últimos días en EEUU.
“Este es un desajuste clásico de activos y pasivos. Es demasiado pronto para saber qué tan extenso es el cómo de extenso será el daño”, dice. “La respuesta regulatoria hasta ahora ha sido rápida y las acciones decisivas han ayudado a evitar los riesgos de contagio”.
Pero los mercados siguen con miedo y especialmente tensos a la espera de noticias. ¿Serán los desajustes entre activos y pasivos la segunda ficha de dominó en caer?”, se pregunta.
Y, aunque no nos da la respuesta, lo que si asegura es que, si esto se prolonga en el largo plazo, todavía podría haber una tercera ficha del dominó por caer: una crisis de liquidez.
El oro vuelve a tomar posiciones como valor refugio
Subidas superiores al 1% las impulsaban al oro hasta su máximo desde principios de febrero. La crisis del sector bancario ha espantado a los inversores de los activos en apariencia más arriesgados y les llevaba a refugiarse en la seguridad de los lingotes.
Unos lingotes que escalaban hasta los 1.925,97 dólares por onza, mientras que los futuros del metal en Estados Unidos subían un 1,1% a 1.930,80 dólares el pasado miércoles, según Reuters.
"Es un mercado totalmente seguro. Hay mucha preocupación por Credit Suisse y ahora los bancos europeos están sufriendo mucha presión. Es una huida hacia la seguridad", explicaba Phillip Streible, de Blue Line Futures en Chicago a la agencia británica.
Además, y según los expertos, el oro, que se considera una buena opción frente a las incertidumbres económicas, también se convierte en una apuesta más atractiva en este entorno de tipos de interés. Algunos analistas que prevén que hay un 25% de posibilidades de que la Reserva Federal mantenga los tipos en el rango actual, cuando hace apenas una semana el debate era si la subida sería de 25 o de 50 puntos básicos.
Es más, parece que Goldman Sachs no las tiene todas consigo al pronosticar que los motivos para que la Reserva Federal vuelva a subir los tipos en la reunión de la semana que viene, ya no están tan claros. “A la luz de la tensión en el sistema bancario, ya no esperamos que el FOMC suba los tipos en su próxima reunión del 22 de marzo”, ha dicho el economista de Goldman Jan Hatzius.
El bitcoin se crece cuando ‘huele sangre’ en el sector financiero
Semana de celebración para las cripto. El bitcoin ha sido el protagonista de una escalada alcista del 30% que le ha llevado a rozar los 26.000 dólares.
Celebraba así la sangría que se producía en los mercados tras el anuncio de la quiebra de Silicon Valley Bank (SVB) y la posterior decisión de liquidarlo para garantizar los depósitos.
A este festín se sumaba el ethereum que ha seguido una senda de subidas similar y ha avanzado un 25,4% en las últimas jornadas.
Explica la web Finanzas.com que los inversores incrementaron sus posiciones en la criptomoneda más popular del mundo, “mientras el S&P500 y los principales índices mundiales acumulaban abultadas pérdidas”.
No es casualidad que el bitcoin se haya comportado así. Más allá de que los problemas de los bancos de los Estados Unidos hayan desinflado las expectativas de subida de tipos, “la lectura tiene un sesgo cualitativo más profundo”.
Es un paso más hacia el ‘sueño’ de una banca sin intermediarios. “Cada usuario es dueño de su dinero sin tener que soportar el riesgo de que colapse el banco donde guarda sus ahorros”…!PERO OJO¡, que también colapsan las empresas del sector cripto y, cuando lo hacen, lo hacen también a lo grande.
Que se lo pregunten a los afectados por el colapso a finales de 2022 de la plataforma de intercambio de criptomonedas FTX, seguido por el de la empresa de préstamos en criptomoneda Génesis, y que crearon pánico en el sector y dejaron un reguero de víctimas ‘ignorantes’ y un pelín ambiciosas.