Pedro Sánchez miente cada vez que tiene oportunidad / Foto: Pablo Moreno
Eurostat ha dado a conocer hoy los datos de deuda pública y déficit al término del tercer trimestre del año anterior en la zona euro y en la UE-27.
Y en ambas estadísticas, la economía española no ha salido muy bien parada en relación a sus vecinos europeos.
Por contextualizar estas cifras recordemos que la Comisión Europea exige ya a partir desde año 2024, aunque de manera gradual, un porcentaje De deuda sobre el PIB nacional del 60% y un déficit público del 3% en relación al PIB nacional.
Así, por ejemplo, al cierre del tercer trimestre, la deuda pública de España se colocaba en 1,57 billones de euros, con un ratio sobre el PIB que llegaba al 109,8%.
Sin embargo, en la eurozona, la deuda pública alcanzaba los 12,71 billones de euros, pero en relación al PIB, suponía el 89,9%. Mientras que en la UE 27, la deuda pública ascendía a 13,78 billones de euros, lo que equivale al 82,6% del PIB.
Además, España ocupa el cuarto lugar entre los países de Europa con un mayor ratio de deuda en relación al PIB (siempre, recordemos, al término del tercer trimestre del año pasado). Esta es parte de la clasificación, de mayor a menor: Grecia (165,5%), Italia (140,6%), Francia (111,9%), España (109,8%), Bélgica (108,0%) y Portugal (107,5%).
Mientras que los ratios de deuda en relación al PIB más bajos se registraron en Estonia (18,2%), Bulgaria (21%), Luxemburgo (25,7%), Suecia (29,7%) y Dinamarca (30,1%).
En cuanto al déficit, tanto la UE-27 como la eurozona tuvieron un déficit del 2,8% en relación al PIB.
Mientras que, por países, los mayores déficit en el tercer trimestre se dieron en Eslovaquia (7%), Letonia (5%), Francia (4,8%) y España (4,3%).
Pero es que incluso hubo países con superávit, como Portugal (2,5%), Croacia (2,2%) e Irlanda (1,6%).
A todo esto hay que añadir que el déficit publico español ha ido mejorando progresivamente en relación al PIB pero no porque hayan bajado los gastos, sino porque han subido los ingresos, principalmente por la vía de los impuestos.
Es decir, que pese al optimismo económico sobre la economía española que vende Pedro Sánchez cada vez que tiene oportunidad de hacerlo, estas cifras de Eurostat vienen a desmentirlo totalmente (valga la redundancia: porque Sánchez, cada vez que habla, miente…).