“En crisis normales, la tasa de ahorro familiar puede alcanzar el14%. En esta ocasión ha llegado al 25%”
“Cuando los mercados sobrerreaccionan es cuando el gestor obtiene las mejores oportunidades. En ese contexto se debe actuar”. Una estrategia que le ha dado óptimos resultados a GVC Gaesco, tal y como nos cuenta en esta entrevista Jaume Puig, muy satisfecho, no podía ser de otra manera, de que ‘sus fondos’ se hayan catapultado un 131%.
El director general de la gestora ubicada en Barcelona sobre la que, por cierto, y según Puig, la formación del nuevo Gobierno de la Generalitat “no va a tener influencia alguna”, señala que “en las casi 200 reuniones anuales que mantenemos con empresas cotizadas de todo el mundo, nunca salen los políticos en la conversación”.
Pero lo que sí está en la conversación de todos, al menos de todos aquellos que trabajan en el sector, es que acaban de lanzar GVC Gaesco Value Minus Growth Market Neutral, “pionero en España”, explica Puig, su creador, “con el que pretendemos una rentabilidad positiva con una exposición cero a la renta variable”.
A la pregunta de si hay que tener miedo a la inflación, el experto responde que a “su normalización no” pero “sí a una superinflación que sería malo para todos los mercados”.
El principal riesgo para Jaume Puig, el que considera más relevante, es la posibilidad de que los bancos centrales actúen demasiado lentamente en su política de control de la inflación. “Existen diversos indicios para ello. En primer lugar, su predisposición a ayudar a unos gobiernos muy endeudados; en segundo lugar, los precedentes inmediatos de subidas de tipos fallidos y en tercer lugar, su escasa experiencia en pandemias globales”.
-Casi, casi una primicia porque están de estreno. Han lanzado el GVC Gaesco Value Minus Growth Market Neutral que es pionero en España. ¿Por qué?
Es el primer fondo cuyo motor de rentabilidad es el comportamiento diferencial del “value” frente al “growth”. No es un fondo “value” ni un fondo “growth”. Tal y como su nombre indica es un fondo “value minus growth”. También es “market neutral”, es decir, tiene una exposición media de cero a la renta variable. El mismo importe comprado en acciones “value” va a estar vendido en índices bursátiles “growth”. Pretendemos, pues, obtener una rentabilidad positiva con una exposición media nula a la renta variable.
-Y eso de… ‘obtener el beneficio del value investing por encima del growth’. ¿Me lo puede explicar, por favor?
Se basa en un doble concepto. Por una parte, en las series de largo plazo que tenemos, el “value” obtiene una rentabilidad anual superior al “growth” en un 2,8% anualizado. Por otra parte, existen unos ciclos internos “value/growth”, según los cuales pueden existir series muy largas de entre 5 y 8 años en los que una categoría lo hace mejor que la otra de forma continuada. Los últimos años han sigo “growth”, y la pandemia acabó de dar un último empujón al “growth”, de forma que el año 2020 ha sido el más “growth” de la historia que tenemos registrado. Desde la fecha del anuncio de la primera de las vacunas, la de Pfizer, el pasado 9 de noviembre, se ha iniciado un ciclo “value”, y pensamos que va a tener una importante continuidad temporal, más allá de este media año ya transcurrido.
Soy un viajero empedernido. Colecciono lugares visitados, tengo una lista de lugares para ver en todo el mundo que confeccioné hace muchos años
-¿Cómo se diseña un fondo así? ¿Le ha quitado muchas horas de sueño?
Sencillamente hay que estar al corriente de la situación de los mercados y detectar las ventanas de oportunidad que estos nos deparan. Una vez se presentan hay que aprovecharlas en beneficio de nuestros inversores.
-Usted dice que “en los mercados de renta variable el realismo se impone”, cuando se refiere a este fondo.
Las empresas “value” se caracterizan porque existe una mayor convergencia entre su valor bursátil, que proyecta el futuro, y su valor contable, que refleja el pasado. En las empresas “growth”, en cambio, el valor bursátil es muy superior al valor contable. Esto indica que en las empresas “growth” el inversor paga mucho por el futuro, en lo que puede ser una especie de lo que los anglosajones llaman “castillos en el aire”. En otras palabras, en las empresas “growth” existe una fantasía de crecimiento por las que el inversor está dispuesto a sobrepagar. En la mayoría de ocasiones lo hace mejor la empresa que su cotización. En las empresas “value”, en cambio, no hay tanta separación entre pasado y futuro, y no se sobrepaga por el mismo. Creo que esta es la razón última por la cual a largo plazo los inversores en “value” obtienen una rentabilidad superior a la que obtienen los inversores en “growth”. Por eso digo que el realismo se impone.
-Noticia reciente también. La rentabilidad de los fondos GVC Gaesco se dispara un 131%. ¿Cómo se consigue este porcentaje?
Simplemente manteniendo en todo momento una coherencia de estilo. Cuando los mercados sobrerreaccionan es cuando el gestor obtiene las mejores oportunidades. En ese contexto se debe actuar. Le voy a poner un ejemplo. Nosotros teníamos valorado a Airbus a 100 euros la acción, con un intervalo mínimo de 90 euros y máximo de 110 euros. Antes de la pandemia estaba cotizando a 140 euros. Nosotros no teníamos acciones dado que las encontrábamos caras. Con la irrupción de la pandemia, la cotización bajó de 140 euros a poco más de 50 euros. Rehicimos nuestra valoración y sólo nos bajó de 100 euros a 90 euros. Evidentemente se trataba de una sobrerreacción del mercado que aprovechamos tanto como pudimos comprando acciones de Airbus.
-Han sido dos fondos en concreto. Hábleme de ellos por favor.
Los dos fondos que más han subido han sido el GVC Gaesco Multinacional, FI y el fondo GVC Gaesco Europa, FI. El primero invierte en empresas multinacionales de todo el mundo, mientras que el segundo invierte en empresas europeas de todo tipo. Ambos son fondos muy concentrados, con una rotación muy baja y con un marcado sesgo “value”. La acción de Airbus, que he comentado, la compraba para los dos fondos.
Con la pandemia se ha generado un exceso de ahorro espectacular
-2020 fue un año muy difícil pero… ¿puso en bandeja grandes oportunidades o hubo que buscarlas?
El año 2020 fue realmente difícil. El primer gran momento del año fue en la fortísima caída del mes de marzo, en plena emergencia de la pandemia, había que ser muy coherente para comprar. Nosotros lo fuimos. El día 22 de marzo publiqué un artículo en La Vanguardia titulado “Espero una V”. En aquel momento fue una opinión totalmente contraria a la del consenso, que más bien esperaba una especia de “L”. Resultó estar acertado y de ahí los resultados posteriores. El segundo momento del año fue hacia el mes de octubre, cuando el “growth” estaba subiendo y el “value” no. La presión para vender “value” y comprar “growth” en ese momento era enorme. Si hubiéramos cedido a esa presión, tampoco hubiéramos obtenido estos resultados. En general, el año 2020 fue un año muy difícil para el inversor, en el que hubiera sido fácil cometer cualquiera de estos dos errores.
-Imagino que hay fondos que también han registrado pérdidas. ¿Dónde ha estado el problema?
El fondo que más perdió en el año 2020 fue nuestro fondo de turismo global, el GVC Gaesco 300 Places Worldwide, FI. Al fin y al cabo, las actividades de muchas de estas empresas simplemente cesaron temporalmente. De todas formas el racional a largo plazo del fondo está intacto, se trata de un sector no reemplazable por la tecnología. Quien quiera tener las experiencias turísticas tendrá que viajar. Por otra parte, estamos observando un cierto efecto “catch-up” o de recuperación del tiempo perdido. Observamos lo que ha sucedido en países más avanzados en la gestión del virus, como China o EEUU, o simplemente lo que acaeció en Portugal el primer fin de semana que fue catalogado como país “verde” por parte de Inglaterra. También tenemos las estadísticas de lo que las familias piensan hacer con el fuerte exceso de ahorro que han generado con la Covid-19. Dos terceras partes piensan gastárselo en viajes. Interpretamos pues a las pérdidas de este fondo de 2020 en clave de una clara oportunidad de compra.
-Value o Growth. ¿El debate se ha intensificado con la pandemia?
Más que intensificarse, la pandemia ha significado un impulso adicional para el “growth”, en lo que interpretamos fue el último movimiento del péndulo antes de girar.
-Pero… ¿no hay que buscar las dos cosas, es decir, crecimiento y valor?
Cierto, las dos categorías obtienen una rentabilidad positiva a largo plazo, aunque como he comentado ya el “value” bate al “growth”. De todas formas, lo más relevante son sus ciclos internos de larga duración. Pensamos que hemos entrado en un ciclo “value” de larga duración, lo cual es muy potente financieramente.
Los dos fondos que más han subido han sido el GVC Gaesco Multinacional, FI y el fondo GVC Gaesco Europa, FI
-¿Hay que tener miedo a la inflación?
A la normalización de la inflación no hay que tenerle miedo. De producirse, como esperamos, será bueno para los mercados bursátiles en general, aunque menos bueno para algunos sectores en particular, como los que son más de tipo contador, como puedan ser el inmobiliario o el de “utilites”, que sufrirán, o aquellos que en general hayan exigido costes de capital o WACCs demasiado bajos, como por ejemplo el tecnológico. En cambio, para aquellos que tengan un carácter más cíclico y para aquellas empresas que tengan poder de marcar precio o “pricing power” será muy positivo. Para el conjunto de mercados bursátiles sin duda será positivo.
Sí hay que tener miedo a una superinflación. Ello sería malo para todos los mercados. De momento, dos son los argumentos a su favor. Por una parte, los elevados niveles de deuda pública sobre el papel inflacionistas. Por otra parte, y es el riesgo que considero más relevante, la posibilidad de que los Bancos Centrales actúen demasiado lentamente en su política de control de la inflación. Existen diversos indicios para ello. En primer lugar, su predisposición a ayudar a unos gobiernos muy endeudados. En segundo lugar, los precedentes inmediatos de subidas de tipos fallidos. En tercer lugar, su escasa experiencia en pandemias globales. Es el principal riesgo que vigilamos. De todas maneras puede ser un riesgo más para el año 2023 que para el año 2021.
-¿Van a subir los tipos de interés?
Si. Lo realmente extraordinario no es que se normalicen las tasas de inflación, sino que persistan los tipos de interés reales negativos durante tanto tiempo. Aunque los Bancos Centrales empezarán a subirlos lo más tarde que puedan, y sin duda más tarde de lo que la ortodoxia marcaría, no van a tener otra opción, dado que la tasa de inflación marca su límite de actuación. Lo preocupante no es la tasa de inflación del año 2021, sino las tasas de inflación de los próximos años. Según el Breakeven Inflation Rate, que no es ninguna estimación sino que se basa en los precios pagados por los inversores en los bonos normales y en los bonos ligados a la inflación, en Estados Unidos la inflación media en los próximos cinco años será del 2,6% anual.
-¿Estamos ante un coctel explosivo al que se suma la deuda?
Sin duda. No se me ocurre ningún argumento para comprar deuda, sin más.
-¿Tiene alguna opinión del Plan 2050 que acaba de presentar Pedro Sánchez?
No lo conozco en profundidad.
-Usted dice que la recuperación se va a acelerar. ¿En qué se basa?
Con la pandemia se ha generado un exceso de ahorro espectacular. En crisis normales, la tasa de ahorro familiar puede pasar del 12% al 14%. En esta ocasión, al no haber tenido la posibilidad física de gastar, la tasa de ahorro ha llegado al 25%. Estamos observando una traslación de ese ahorro a consumo en dos tiempos, a bienes de consumo primero, y a servicios después. Esa traslación es muy rápida. Lo hemos visto con la venta de coches, cuya demanda ha sorprendido a propios y extraños, con un millón de coches vendidos que no pudo entregarse en el primer trimestre del año y cuya normalización en lo que a entrega de componentes que faltan para su fabricación se refiere, podría tardar hasta dos años, según la propia BMW admite.
En las empresas “value” no hay tanta separación entre pasado y futuro
-Se ha formado Gobierno en Cataluña. GVC Gaesco tiene la sede en Barcelona. ¿Cómo les puede influir?
No observamos influencia directa alguna.
-La política, ¿tiene algún peso en su toma de decisiones?
No. De hecho en las casi 200 reuniones anuales que mantenemos con empresas cotizadas de todo el mundo, nunca salen los políticos en la conversación.
-La fiebre del bitcoin ¿es igual a…?
La 'tulipomanía' del siglo XVII.
-Casi toda su vida profesional en GVC Gaesco, ¿no es así?
Son 26 años ya, y fue mi cuarto trabajo. Antes había ejercido también como Actuario en el Banco Vitalicio, la compañía de seguros propiedad de Generali y del Banco Central. La verdad que los mercados financieros son todo un reto apasionante, en el que me gusta participar. El hecho de que nuestro trabajo consista además en hacer crecer los ahorros de aquellas familias e instituciones que depositan la confianza en nosotros es, encima, insuperable.
-He leído que Jaume Puig se pregunta: ¿quién puede entender la realidad de los mercados sin saber la Teoría del Conocimiento?
Sin duda. Según la teoría económica convencional, los sujetos (inversores) toman decisiones en función del objeto (realidad de los hechos). Según la Teoría del Conocimiento, en cambio, que no se refiere a los mercados financieros en particular sino a la vida en general, los sujetos toman decisiones en función de la imagen, que no es otra cosa que la interpretación subjetiva del objeto. Ello se acerca mucho más a la realidad del mercado. Para mí es imprescindible tener este concepto claro antes de empezar a invertir.
No se me ocurre ningún argumento para comprar deuda, sin más
-Si no es indiscreción. ¿Dónde va a ir de vacaciones? ¿Algún viaje pendiente?
Soy un viajero empedernido. Colecciono lugares visitados, tengo una lista de lugares para ver en todo el mundo que confeccioné hace muchos años, y los voy tachando a medida que los voy viendo. Recuerdo muchas de las experiencias que me han dejado sin respiración al verlas, y es sencillamente impagable. Tengo un buen número de viajes pendientes. Aún no hemos decidido donde ir este año, pero sin duda iremos a alguno de estos lugares pendientes.