“Soy bióloga, doctora en Ciencias, y aunque he pasado bastante tiempo en el laboratorio, hace ya unos cuantos años que no me pongo la bata” porque... lo que realmente le pone las pilas a Xana Belastegui, General Partner de Swanlaab AgriFood Tech, son los retos, más si son en equipo y con la gente adecuada, “y por eso he aprendido y disfrutado a partes iguales de diferentes etapas profesionales… y ahora con el fondo de inversión”.

Hablamos del fondo Swanlaab Agri-Food Tech, de la firma de capital riesgo hispano-israelí Swanlaab, para invertir en startups vinculadas al mundo agroalimentario, con una clara apuesta tecnológica, “un sector estratégico para España”.

El fondo arranca con un capital inicial de más de 40 millones, con un objetivo máximo de 80.

“Hemos realizado un monitoreo activo de empresas en España durante dos años en todas las áreas de interés que tiene el fondo…y estamos seleccionando y analizando posibles objetivos de inversión que, esperamos, se puedan concretar en el primer semestre de 2024. Hasta aquí puedo leer…”.

-Usted es bióloga e hizo su tesis en el área de fisiología vegetal… imagino que su formación le llevó hasta donde está ahora, profesionalmente, o ¿no es así?

La verdad es que solo parcialmente, se me ocurren al menos tres conceptos clave. Por un lado, la formación más técnica siempre ha estado presente y ha sido clave en mis diferentes etapas profesionales: la tesis doctoral en la Universidad del País Vasco que empezó a definir en qué área del conocimiento iba a desarrollar mi carrera, la estancia postdoctoral en Alemania, diferentes roles en una startup biotecnológica, asesora en consultora del sector agroalimentario y por último General Partner en el fondo.

Centramos nuestro objetivo de inversión en empresas tecnológicas, con modelos de negocio B2B que tengan un claro impacto productivo, medioambiental, social y económico en el sector agroalimentario

Por el camino ha habido mucha formación extra en diferentes aspectos de gestión de la I+D, transferencia de tecnología, protección del conocimiento, aspectos regulatorios, gestión de personas, gestión empresarial… claves para ir evolucionando de roles más ligados a la actividad de I+D a otros de emprendimiento, gestión y estrategia empresarial. El segundo, muy relevante para avanzar y en algunos casos, necesarias para cambios de timón en la carrera profesional, son las personas con las que vas compartiendo camino que son una fuente de conocimiento, herramientas, inspiración y oportunidades. Y por último, la educación y los valores familiares que en mi caso siempre han fomentado las ganas de aprender, de atreverse, de crecer, de coger ese tren que va un poco rápido pero pinta divertido.

-Usted ha transitado, tal y como me ha contado cuando preparaba esta entrevista, entre el sector público y el privado. ¿Entiende que, algunos los políticos, por ejemplo, no tengan trabajo conocido fuera de la política? Perdone que me salga del tema que nos ocupa.

En mi caso se trata de una transición, hoy en día cada vez más habitual, de rol investigador a emprendedor con la visión de entender el funcionamiento del desarrollo de tecnología y productos innovadores en el sector privado y hacerlos una realidad en mercado. Esta evolución profesional, y la participación en actividades propias de la estrategia y gestión de empresa me permite posteriormente agregar valor desde otros prismas en consultoría y el fondo de inversión, por haber estado antes en el lugar de los que ahora son mis interlocutores.

-Es General Partner del AgriFood Tech Fund de Swanlaab Venture Factory. ¿Me habla de su compañía? Se trata de una firma hispano-israelí de Venture Capital ¿no es así?

Si, Swanlaab Venture Factory es una firma de Venture Capital única en España con un equipo con una experiencia enormemente amplia y profunda que pasa por la inversión en startups en España e Israel desde hace más de 20 años en sectores tan diversos como el Software B2B, el Biotech y el AgroTech, formado por profesionales que han fundado y dirigido sus propios startups, dirigido fondos de VC de renombre y apoyado como asesores y consultores a lanzar más de 200 empresas al mercado.  

España ha estado históricamente entre los líderes en innovación tecnológica en el sector, tanto a nivel europeo como global alimentado su peso en el PIB que representa entorno al 11% 

Swanlaab nace en 2016 después de que Mark Kavelaars y Verónica Trapa que buscaban impulsar la creación de un fondo de inversión en startups en etapa temprana y con foco en modelos de negocio B2B, cristalizaran el proyecto con el grupo israelí Giza Venture Capital, gestora con gran experiencia operando en el mercado israelí, meca del emprendimiento a nivel mundial, de la tecnología y del Venture Capital. El interés de Giza por crecer en otras geografías con ecosistemas de emprendimiento en desarrollo, pero con gran potencial, y la oportunidad de disponer de un equipo español profesional y experimentado para gestionarlo, fue el germen de Swanlaab y de un primer fondo para invertir en startups españolas.

En el año 2016 se lanzó un primer fondo de casi 40 millones de euros para apoyar un ecosistema de empresas con tecnología de software empresarial con modelo de negocio B2B, que entonces era muy incipiente pero que hoy está formado por startups de gran calidad. A este, le han seguido el fondo Tech II y ahora el AgriFood Tech Fund.

Diferenciándose de otros fondos de capital de riesgo, Swanlaab ha desarrollado un modelo único que va más allá de la inversión financiera. Su objetivo principal es complementar las ideas innovadoras con el apoyo de un equipo gestor altamente emprendedor y con experiencia empresarial real. Este equipo trabaja en estrecha colaboración con los fundadores de las empresas, para brindar un acompañamiento diario y continuo que de verdad impulse la innovación, el desarrollo empresarial y el crecimiento sostenible.

-¿Cuál es el cometido de Xana Belastegui en la empresa, concretamente?

Formo parte del equipo dedicado a la gestión del AgriFood Tech Fund de la gestora Swanlaab Venture Factory. Tanto el equipo gestor de Swanlaab como el equipo dedicado de este fondo hemos diseñado su estrategia y objetivos de inversión, incorporando socios estratégicos con interés en la promoción de la innovación del sector agroalimentario y que nos acompañen en este proyecto como inversores del fondo y también hemos mapeado el ecosistema del sector incluyendo universidades, centros tecnológicos, centros de I+D, instituciones públicas, asociaciones sectoriales, aceleradoras, startups, tejido empresarial y otros inversores.

A partir de la constitución del fondo, previsiblemente a finales de año, la responsabilidad principal será identificar y analizar en profundidad oportunidades de inversión de ese tejido que comentaba y seleccionar los proyectos que mejor encajen con nuestra filosofía y objetivos para impulsar y acompañar en su desarrollo y crecimiento estas empresas hacia el éxito comercial. En el día a día esto último se traduce también en una implicación en nuestras empresas invertidas más allá de la inversión financiera, que es una de las diferencias de Swanlaab como gestora de fondos, trabajando en estrecha colaboración con los fundadores de las empresas en las áreas que lo requieran según la fase de desarrollo y objetivos específicos, siempre buscando el desarrollo empresarial y el crecimiento sostenible.

Tanto el equipo gestor de Swanlaab como el equipo dedicado de este fondo hemos diseñado su estrategia y objetivos de inversión, incorporando socios estratégicos

-Y para su trabajo diario, ¿se rodea de un equipo con el que trabaja codo con codo?

Por supuesto, y además de un equipo excepcional, complementario y experimentado. El equipo gestor del AgriFood Tech Fund cuenta actualmente con Mark Kavelaars, Ángel Santos, Nora Alonso y Roger Salameh (localizado en Estados Unidos) que aportan conocimiento, experiencia y red profesional en transferencia de tecnología, emprendimiento, gestión de empresas tecnológicas, estrategia de negocio y modelos de negocio B2B, gestión de inversión en empresas altamente innovadoras, selección y gestión de equipos, internacionalización, etc. Además de la experiencia individual y las sinergias existentes, otro aspecto clave sobre todo en el día a día, es que somos un equipo muy engranado, con una muy buena relación profesional larga en el tiempo.

Esperamos incorporar a corto plazo otros perfiles al equipo por el volumen de actividad que tendrá el fondo y además contamos con el apoyo del resto del equipo de la gestora y su dilatada experiencia inversora en los fondos previos y actuales de Swanlaab. Disponemos también de un panel asesor abierto, en el que vamos incorporando diferentes perfiles tanto del ámbito público como privado, expertos en temáticas que nos interesen y nos ocupen, porque creemos imprescindible rodearse de aquellos con más experiencia y conocimiento y esperamos que involucrarse en apoyar proyectos innovadores para facilitar su éxito, sea enriquecedor para ellos también.

-He leído unas declaraciones suyas en las que afirma que España ha sido, históricamente, un líder en innovación tecnológica en el sector agroalimentario…

Y así es, España ha estado históricamente entre los líderes en innovación tecnológica en el sector, tanto a nivel europeo como global alimentado por el peso de este sector a nivel nacional (representa entorno al 11% del PIB y es la primera industria manufacturera del país) y a esto a pesar de una insuficiente financiación tanto pública como privada, de atraer mucho menor interés que otros sectores en cuanto a emprendimiento, de una estrategia de innovación industrial individual y poco colaborativa, y de que la transferencia de esa tecnología hacia empresas con alta capacidad de crecimiento y al mercado ha sido muy lenta y en ocasiones poco eficiente.

Sin embargo, desde hace unos años, y especialmente desde la pandemia, la apuesta y adopción de tecnología innovadora por el sector productivo e industrial agroalimentario es clara. A nivel global desde 2012 a 2022 la inversión en tecnología agroalimentaria se ha multiplicado por diez. Existe una validada apertura desde la industria a la colaboración y desarrollo de soluciones con el tejido investigador y emprendedor, con iniciativas que lo fomentan e impulsan tanto desde la propia actividad privada como desde instituciones públicas, aceleradoras y asociaciones sectoriales.

Claramente esta innovación y digitalización, facilitará que este sector siga siendo competitivo y haciendo el campo atractivo para generaciones más jóvenes

A esto se añade la profesionalización de la actividad de transferencia de tecnología en las instituciones de I+D, con interés tanto en la colaboración y transferencia directa a industria como en participar de la creación y desarrollo de empresas de alto impacto (prueba de ello es que España es el tercer país, por detrás de EEUU e India, en la generación de empresas agrotecnológicas).

A nivel económico, la Unión Europea tiene un claro objetivo de impulso de innovación en el sector agroalimentario a través de diversos programas, que se ha acentuado con la pandemia y los fondos Next Generation pero que esperamos continúe en los próximos años y acompañe a las iniciativas privadas, como el AgriFood Tech Fund que busca precisamente aumentar la inversión en este sector que, ni en España ni en Europa, cuenta con el volumen suficiente y hacer una realidad en mercados nacionales e internacionales la innovación en agroalimentación.

-¿Me puede traducir en cifras esta apuesta del sector por la innovación?

En España el conocimiento generado por distintos organismos de investigación como universidades o centros tecnológicos alcanza niveles de excelencia muy alta y podemos ser punteros a nivel internacional. En cuanto a producción científica, España ocupa el 5º puesto en el ranking de producción científica en Europa y la décimosegunda posición del ranking mundial. A nivel sectorial, tan solo en CSIC, hay 15 centros dedicados a la investigación en el sector agroalimentario que además son activos en su colaboración con empresas y en la transferencia de tecnología.

Por otro lado, a nivel de innovación tecnológica empresarial, los datos de 2020 (a pesar de ser el año de pandemia) indicaban que, del total de empresas innovadoras tecnológicas a nivel nacional, la industria alimentaria suponía el 23% destinando casi el 5% del gasto a innovación solo superadas por el sector industrial farmacéutico y de vehículos de motor, y con un total de 845 millones de euros invertidos en I+D interna.

-Y eso que España no es precisamente una potencia en este sentido…

Según datos del Ministerio de Agricultura en su informe sobre innovación  ocupamos un puesto 16 de “innovador moderado” a nivel general en la UE, a pesar de ser la cuarta economía del continente. Si bajamos a nivel sectorial, el agroalimentario mejora resultados. En cualquier caso, siempre hay espacio para mejorar, seguir apoyando al sector con iniciativas y políticas que fomenten esa innovación porque si hay necesidades, hay oportunidades que pueden convertirse en innovación en mercado.

Entre las soluciones que ya podemos encontrar en mercado están aquellas capaces de captar datos a través de imagen, sensórica, robots autónomos y otras tecnologías que se combinan con IA

-La inteligencia artificial, ¿qué papel juega?

La inteligencia artificial, además de estar últimamente en boca de todos, aunque a veces no tengamos muy claro de qué se habla, en el sector agroalimentario tiene una utilidad tremenda. La IA combinada con tecnología precisa de adquisición de datos, con capacidad de procesarlos y analizarlos y sistemas de aprendizaje de las dinámicas de estos datos, es capaz de proporcionar recomendaciones que permitan anticiparse a las necesidades y problemas. Esta aplicación es ya una realidad y esperamos que siga creciendo el número de soluciones a futuro en toda la cadena agroalimentaria.

Belastegui

 

Entre las soluciones que ya podemos encontrar en mercado o en avanzado desarrollo están aquellas capaces de captar datos a través de imagen, sensórica, robots autónomos y otras tecnologías que se combinan con IA para su análisis y extracción de recomendaciones que permiten solucionar problemas de carácter productivo e industrial. Disponemos de aplicaciones en el sector primario para la gestión del riego, la fertilización o los productos fitosanitarios que permiten un uso más sostenible de recursos con impacto económico también.

Así mismo hay soluciones para el aforamiento de cosecha, control del desarrollo del cultivo y sus frutos o automatización de la recogida, que impactan en la gestión de plazos y mano de obra para labores de cosecha y almacenamiento y de nuevo tienen un beneficio directo en la cuenta de resultados del productor.

En la transformación alimentaria el uso de la IA puede responder a retos relacionados con la seguridad alimentaria, calidad de los procesos, o reducción de desperdicios, entre otros. Existen también grandes posibilidades en aspectos logísticos y de distribución con control y predicción de demanda de productos, gestión de almacenamiento, optimización de rutas de transporte o control de la cadena de frío, por ejemplo, todas ellas con impactos clave en aspectos energéticos, de generación de residuos o de seguridad alimentaria además de en reducción de costes.

-Esta apuesta por la innovación, ¿tendrá un impacto positivo sobre el relevo generacional? Es decir, ¿habrá menos personas que abandonen el campo, por ejemplo?

Desde luego es un aspecto que esperamos que se vea impactado por la inversión en la innovación en la parte inicial de la cadena agroalimentaria, la producción primaria. Esta innovación puede atacar muchos aspectos, desde mejores prácticas agroganaderas, uso de recursos con menor impacto medioambiental, incorporación de tecnologías de manejo y productivas más eficientes, gestión energética y de residuos más sostenible, la digitalización del campo y un largo etc.

Claramente esta innovación y digitalización, facilitará que este sector siga siendo competitivo, incrementando la eficiencia y rentabilidad de las explotaciones, y haciendo el campo atractivo para generaciones más jóvenes por sus posibilidades de desarrollo económico y su papel en la sostenibilidad ambiental, protegiendo la España rural. Aunque ya existen productores implementando parcialmente estas soluciones, la siguiente oleada puede ser la respuesta al relevo generacional tan necesario para el sector y esperamos poder contribuir desde Swanlaab AgriFood Tech Fund con nuestro apoyo al desarrollo y llegada a mercado de la innovación.

Swanlaab AgriFood Tech Fund es un fondo de Venture Capital que por el tamaño al que aspiramos (entre 60 y 80M de euros) tiene la capacidad de apoyar a empresas desde fases tempranas 

-¿Cómo se digitaliza el trabajo en el campo?

Creo que los ejemplos anteriores ilustran este aspecto. Un punto clave para el desarrollo de herramientas de digitalización es conocer primero muy bien lo que llamamos los “pain points”, aquellos puntos de mejora clave que sí que marcan una diferencia relevante para el productor en su día a día, en su gestión y manejo, en aspectos medioambientales y finalmente en su retorno económico.

-Acaban de lanzar Agri-Food Tech Fund, ¿no es así?

Efectivamente, estamos muy ilusionados con este lanzamiento. Como comentábamos antes, Swanlaab AgriFood Tech Fund lleva ya un tiempo gestándose, con el objetivo de invertir a lo largo de toda la cadena de valor agroalimentaria excepto la última parte de retail y canal horeca. Estamos trabajando para el primer cierre del fondo antes de final de este año, que será de alrededor de 40M de euros, algo más de la mitad del tamaño final objetivo del fondo.

-¿Qué le diferencia de otros fondos de este tipo que operan en España?

Swanlaab AgriFood Tech Fund es un fondo de Venture Capital que por el tamaño al que aspiramos (entre 60 y 80M de euros) tiene la capacidad de apoyar a empresas desde fases tempranas (prueba de concepto, pre-semilla) y acompañar hasta la fase de comercialización y expansión (serie A/B) siempre bajo la premisa de ir alcanzando hitos de desarrollo empresarial y crecimiento a lo largo del camino. Nuestro foco es principalmente nacional y actualmente en España no existe un fondo especializado en el sector agroalimentario con este tamaño y que cubra todas las fases que hemos comentado, por lo que aspiramos a convertirnos en referencia.

La UE tiene un claro objetivo de impulso de innovación en el sector agroalimentario a través de diversos programas, que se ha acentuado con la pandemia y los fondos Next Generation

Además, centramos nuestro objetivo de inversión en empresas tecnológicas, con modelos de negocio B2B que tengan un claro impacto productivo, medioambiental, social y económico en el sector. Por otro lado, el modelo único de Swanlaab de impulso a las empresas innovadoras con apoyo directo del equipo gestor del fondo, aportando nuestra experiencia empresarial y emprendedora real, es claramente diferencial. Además, en este proyecto hemos querido que nos acompañaran inversores con actividad industrial en el sector con capacidad de validación y visión crítica de oportunidad de mercado, y posibilidad de coinversión.

-¿Tienen ya en el punto de mira las startups en las que quieren invertir?

Hemos realizado un monitoreo activo de empresas en España durante dos años en todas las áreas de interés del fondo que cubren tres verticales que representan una gran parte de la cadena de valor del sector agroalimentario, desde la producción primaria (con innovación aplicada a insumos, prácticas agrícolas o sistemas de cultivo), a la transformación alimentaria (con foco en nuevos ingredientes y adyuvantes, nuevos productos o mejora de los procesos productivos) y por último la logística y distribución (incluyendo mejoras en el empaquetado, procesos de seguridad y calidad o automatización). También estamos estudiando áreas transversales de oportunidad como la digitalización del campo y los procesos productivos o la gestión de recursos y residuos a lo largo de la cadena de valor. Durante los últimos meses ya estamos seleccionando y analizando en mayor detalle posibles objetivos de inversión más concretos que esperamos que se puedan concretar en el primer semestre de 2024. Hasta aquí puedo leer…

-¿Qué características o requisitos deben tener?

Buscamos proyectos cuya tecnología disponga de una base de conocimiento científico-técnica diferencial de alto valor y una oportunidad de mercado tangible. Nos enfocamos en modelos de negocio B2B. Nos interesan las inversiones en fases tempranas, desde prueba de concepto a semilla, pero también estamos analizando proyectos más avanzados, en serie A que hayan sido capaces de validar su tecnología y ponerla en mercado, pero precisen de un impulso adecuado en su organización y estrategia de comercialización y crecimiento, para escalar e internacionalizar.

Diferenciándose de otros fondos de capital de riesgo, Swanlaab ha desarrollado un modelo único que va más allá de la inversión financiera

Nos interesan los equipos sólidos a nivel tecnológico y comprometidos con el desarrollo del proyecto empresarial, con los que podamos trabajar codo con codo, aportando nuestra experiencia empresarial y de emprendimiento además del soporte económico. El objetivo es materializar la innovación en mercado a nivel nacional e internacional, atraer y mantener talento y empleo, y cerrar el círculo con inversión en I+D que genere más innovación.

-¿Ustedes financian proyectos concretos?

Si se refiere a proyectos que den respuesta a una necesidad concreta de la industria, pero no sean empresa, nuestro modelo no es ese. Buscamos proyectos empresariales, aunque en algún caso es posible que nos incorporemos justo en ese momento de creación de empresa si el proyecto se encuentra en fase muy temprana.

-¿Cómo es el proceso? ¿Se ponen en contacto con las empresas…?

Es el habitual de este tipo de fondos en el que parte de nuestro trabajo es mapear y conocer a las empresas y los proyectos que encajan con nuestra estrategia desde luego, y para ello nos mantenemos cerca y colaboramos activamente con las fuentes de oportunidades como las entidades de I+D, aceleradoras o asociaciones. Además, a través de la propia, industria, ferias y congresos detectamos más oportunidades y demandas industriales.

Requiere después de un proceso de análisis en profundidad de la oportunidad y del alineamiento entre startup y el fondo en la visión de necesidades, objetivos, etc, clave para la etapa de crecimiento conjunto que vendría después si se va adelante con la inversión.

-¿Hay más demanda de apoyo financiero por parte de estas empresas que oferta de inversión?

Como comentaba, es un sector aun parcialmente desatendido por los fondos de inversión en España y aunque la foto va evolucionando en positivo y podemos ver cómo van surgiendo nuevas iniciativas con diferentes objetivos de inversión en el sector, estamos lejos de un equilibrio oferta/demanda.

La educación y los valores familiares que en mi caso siempre han fomentado las ganas de aprender, de atreverse, de crecer, de coger ese tren que va un poco rápido pero pinta divertido

-La colaboración público/privada imagino que es fundamental…

Totalmente, es básica. La fuente de conocimiento principal está en las universidades, centros de I+D, centros tecnológicos… pero las claves de las necesidades y prioridades del mercado están en la industria. Por eso es clave agilizar, favorecer e impulsar los marcos de transferencia de tecnología y validación de tecnología adecuados entre estos agentes del sector, que tengan en cuenta los roles de cada uno, el conocimiento, esfuerzo y experiencia que cada parte pone en la mesa para llegar a una solución innovadora en mercado que realmente sea exitosa, con un acceso adecuado a sus retornos económicos por las partes.

-Por último. Un consejo para los emprendedores… en tiempos difíciles

A nivel general, los problemas son oportunidades de negocio, hay que centrarse en lo que realmente necesita una solución.

En el plano de la inversión, la ronda siempre lleva más tiempo y dedicación de lo que se ha estimado, requiere planificar bien con qué deberes hechos quiero llegar a esa ronda y qué margen tengo para cerrarla. Y plan b, c, d… en la recámara a ser posible.

Dicho esto, es el momento, el sector está en ebullición.