El martes el Ministerio de Empleo y Seguridad Social publicaba los datos de paro y afilación correspondientes al mes de mayo, datos aplaudido únicamente por tres agentes: Gobierno, CCOO y UGT. Es decir, por el trío calaveras: Yoli, Pepe y Unai. 

Ante la inacción de los sindicatos de clase, CEIM, Confederación Empresarial de Madrid-CEOE, alerta sobre los datos de paro: "se ha duplicado la petición de aplazamiento de cuotas a la Seguridad Social por parte de las empresas, cuya tesorería está cada vez más tensionada". 

Los empresarios madrileños, al igual que con el número de desempleados y la destrucción de contratos con empleadas del hogar, tienen claro los motivos: "afán recaudatorio del Gobierno" 

Señalan directamente al incremento de los costes de la Seguridad Social, que se han visto incrementados con las sucesivas subidas del SMI, situación que podría agravarse con la reducción de jornada.

Las cuotas son el impuesto que más paro y más economía sumergida crean, y los datos hablan por sí solos. El coste laboral sube más por los impuestos -cotizaciones- que por el dinero que el trabajador se lleva a casa, todo ello teniendo en cuenta que seguimos siendo el país con más desempleo de la UE y la OCDE.

A lo que hay que sumar que Yolandísima ha decidido que el salario mínimo siga subiendo en España y que la jornada laboral siga disminuyendo: esto nos hará más felices y eso es fundamental. La subida está muy bien, pero consiste en que el empleado vea incrementado su salario, no en que Yolanda Díaz y el Gobierno cobren más. 

¿Y sin probamos a cargarnos las cotizaciones? Sobre todo, en los salarios más bajos.