Telefónica España, ahora presidida por Borja Ochoa, de quien ya hemos hablado en Hispanidad, tiene dos prioridades: por un lado, reducir costes y, por otro, aumentar ingresos que, traducido, significa subir tarifas.

El problema de este plan es que permitirá mejorar los números en el corto plazo, pero a la larga se llevará por delante la imagen de marca, focalizada en servicios premium, esto es, de más valor. Y es que la reducción de costes implica empeorar el servicio, y si eso va unido a una subida de tarifas…

La principal medida para reducir costes siempre ha sido ajustar la plantilla. “Era de esperar que la nueva dirección tuviera como fin dotar a Telefónica de un proyecto de país, no solo un ajuste de costes”, señaló UGT este lunes, tras la publicación de un posible ERE que podría afectar a entre 4.000 y 5.000 empleados de la teleco, según El Confidencial.

El cabreo de los sindicatos es muy grande. “Desde UGT queremos trasladar que, a día de hoy, no hemos recibido ninguna comunicación, ni oficial ni oficiosa, por parte de la empresa”, afirmó. Como recordarán, el presidente de la compañía, Marc Murtra, anunció un nuevo plan estratégico para el segundo semestre del año.

No es la primera vez que Telefónica realiza un ERE, pero sí es la primera vez que lo hace tras convertirse en Estado en su primer accionista, con el 10% del capital, a través de la SEPI.

Por cierto, Emilio Gayo, el actual CEO, es quien continúa dirigiendo Telefónica de España.