"La incertidumbre es cosustancial a la experiencia de invertir"
Licenciada en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad Comercial de Deusto, Marta Campello fue de las primeras promociones en tener el título de EFPA (Asociación Española de Asesores y Planificadores Financieros). Desde 2021, (es importante decirlo), tiene también la certificación EFPA ESG Advisor™, que, entre otras cosas, se caracteriza por el reconocimiento y validez de carácter europeo
Inició su carrera laboral en junio de 1999, una carrera que le llevó a Abante, firma a la que llegó en 2002. “Era un proyecto ilusionante y nada me podía hacer más feliz a mis 25 años. Y desde entonces, han pasado ya 21 años donde he visto la firma crecer y yo misma he evolucionado como persona y como profesional”
Campello nos cuenta en esta entrevista, entre otras cosas, que “es más fácil bucear y subir montañas que leer el entorno macro y de mercados que estamos viviendo”; que, “en los años electorales la emocionalidad del mercado se altera un poco” y que “el mecanismo de transmisión de la subida de tipos a la economía tiene un cierto decalaje de entre 12 y 18 meses.
Uno de sus peores momentos profesionales fue sobreponderar bancos europeos en 2018 y reconstruir la posición en la medida en que iban cayendo… “enorme enseñanza en cuanto a la gestión del riesgo…”. De los mejores recuerda cuando, “cambiamos el enfoque de nuestra cartera de renta variable desde un enfoque tradicional por zonas geográficas a otro más transversal, lo que nos permite mirar al mundo desde distintos ángulos”
Y para ángulo, aquel desde el que Marta nos recomienda apostar por valores de calidad. “Grandes multinacionales, con marcas potentes, sin deuda…”, y alejarnos de… los valores especulativos, “que no generan caja, que se enfrenten a fuertes necesidades de financiación a corto plazo…”
-Cuando preparábamos esta entrevista usted me contaba que le encantan los tiburones, hacer trekking y retarse contra la naturaleza, que ha subido al campo base del Everest y a la cima del Kilimanjaro…y yo comparaba todo esto con lo que hemos vivido, y estamos viviendo, económica y financieramente hablando en esos últimos años…sobre todo en este último trimestre ¿No le parece?
Creo que es más fácil bucear y subir montañas que leer el entorno macro y de mercados que estamos viviendo. Lo que está claro es que el mercado te obliga a ser humilde, flexible, multidisciplinar y bastante todoterreno. Estos principios son los que tratamos de trasladar a nuestro estilo de gestión. Lo más importante es tener carteras robustas y consistentes, capaces de resistir los envites del mercado sin provocar demasiado estrés a nuestros inversores. La clave es poder permanecer invertido.
-Lleva 21 años en Abante, casi, casi, desde el principio. El mejor y peor momento de estas dos décadas ¿ha sido?
Lo mejor de todo es estar y ver cómo ha evolucionado la compañía en estos 21 años y hay muchos buenos momentos, afortunadamente. Uno, el día que me hicieron socia allá por marzo de 2009. Otros, cada vez que alguna persona de mi equipo progresa en la carrera profesional.
Nos encontramos en un momento de incertidumbre y aún no han finalizado las subidas de tipos de interés
El peor momento fue la crisis de 2008. La angustia de los clientes, el temor a la propia supervivencia de nuestra empresa y la enorme incertidumbre que nos rodeaba. Fue largo, además.
-Ahora es responsable del equipo de selección de fondos. ¿Cuál es el día a día de su trabajo?
Tenemos la suerte de que nuestro trabajo es variado y dinámico y la realidad es que los días se parecen poco entre sí. Comenzamos cada día con un morning meeting, que comienza a las 8.45 de la mañana y en el que nos reunimos todas las personas de la compañía, desde el Presidente hasta los becarios. En este foro, un miembro del equipo de gestión dirige la reunión cada día, repasando la actualidad de los mercados. A mi me toca los viernes.
Después de eso, nos enfrentamos a una jornada en la que, por lo general, casi a diario tenemos varias reuniones con gestores o con representantes de otras gestoras, hacemos nuestros radares de fondos, documentos para los distintos Comités en los que participamos, nos reunimos con clientes o con personas de otros departamentos de Abante. Además de la agenda, nuestro trabajo implica leer mucho, estudiar mucho y “enredar” con herramientas, que nos permitan diseccionar y tener bien organizado y analizado nuestro universo de fondos de inversión.
A nivel de equipo, como nos sentamos todos en la misma mesa, además de las reuniones formales, las conversaciones informales y espontáneas que surgen a diario también son muy enriquecedoras.
-Y…una, sin el equipo, no es nada ¿no le parece?
Absolutamente. Hay un proverbio africano que dice “si quieres ir rápido camina solo, si quieres llegar lejos ve acompañado”. Yo soy un animal de equipo y sin mi equipo no sería capaz de sacar el trabajo adelante, pero sobre todo sería menos retador y divertido. Rodearte de gente buena, pero, más importante aún, que sean buena gente, es fundamental. Personas con enorme talento, competentes y comprometidas. Pienso que en eso radica el éxito y la calidad de nuestro trabajo.
Es lógico que los inversores prefieran ahora la tranquilidad del cupón frente a la incertidumbre de la inversión en acciones
-“El mercado dispara y luego piensa”. Esta frase es suya. ¿Es apropiada también en estos momentos?
Totalmente. El mercado siempre hace lo que le da la gana y suele ser, además, lo que más duele. Es un perfecto agregador de emociones y el fijador de los precios de los activos. Anticipa escenarios con una rapidez pasmosa y, en ocasiones, luego viene el reajuste.
-Y…esta frase…en año electoral viene que ni pintada ¿no le parece?
Al mercado financiero le afecta todo lo que pasa en el mundo. La política afecta a la economía y a la vida de los ciudadanos. También a las condiciones de convivencia y confianza en un país, así que sí, en los años electorales la emocionalidad del mercado se altera un poco. Algo que se ha visto acentuado en los últimos años con la irrupción del populismo y algunos candidatos representantes de corrientes más extremas.
-Los gestores prefieren deuda a renta variable…como en 2009. Es lo que dice la última encuesta de Bank of América. ¿Está de acuerdo?
El consenso de mercado es una herramienta muy útil para leer el posicionamiento de los inversores y entender los flujos de dinero hacia o desde los distintos activos. A veces coincidimos con ello y otras veces nos sirve como indicador contrarian. En estos momentos, lo que nos dicen los precios de algunos activos es que la rentabilidad ajustada por el riesgo parece más atractiva en el mercado de bonos que en el mercado de acciones. Una primera forma de compararlo, de manera sencilla, es mirar cuál es la TIR de un bono versus la inversa del PER o el earnings yield de una acción.
Por otro lado, es lógico que después de muchos años de escasa rentabilidad en el mercado de bonos y dada la incertidumbre que nos rodea respecto al devenir futuro de la economía y de los beneficios empresariales, los inversores prefieran la tranquilidad del cupón frente a la incertidumbre de la inversión en acciones.
Tenemos la suerte de que nuestro trabajo es variado y dinámico y la realidad es que los días se parecen poco entre sí
-Por su experiencia, quien se pone en manos de los gestores ¿lo hace con los ojos cerrados o ejerce cierto control en las inversiones?
Cuando gestionas dinero ajeno no te puedes permitir el lujo de hacerlo con los ojos cerrados. Por supuesto, no somos activistas ni podemos controlar las decisiones de los gestores que seleccionamos, pero sí es nuestra responsabilidad conocer muy bien su proceso de toma de decisiones, sus sesgos, su estilo de inversión, las cosas que pueden o no pueden hacer de acuerdo a la política del fondo, y, por supuesto, debemos hacer un seguimiento exhaustivo y frecuente del desempeño, los cambios en la cartera o el equipo, la evolución de los activos bajo gestión, etc.
Delegar una parte de tu cartera en un gestor no significa desentenderte. Todo lo contrario. Genera una responsabilidad adicional conocer y estar al día de todo aquello que no depende directamente de nosotros. Por eso es tan importante establecer relaciones de confianza y largo plazo con los gestores que seleccionamos para nuestras carteras.
-Una de las gestoras que he entrevistado me dijo: “Es mejor no invertir en un fondo de un gestor que se está separando porque su atención está muy lejos del mercado”…
Respeto todas las opiniones, pero por lo general, huyo de sentencias maximalistas. Hay personas que cuando sufren un episodio complicado a nivel personal se refugian en el trabajo y brillan a nivel profesional. Podría ponerte el ejemplo contrario, “es mejor no invertir en un fondo de un gestor que esté súper enamorado porque puede tener la cabeza en las nubes”.
Es una simplificación de la realidad que hace flaco favor a las personas. Pienso que hay que premiar la competencia profesional y para un buen desempeño es importante disfrutar de una vida equilibrada en todas las facetas. También valoro mucho la capacidad de los seres humanos para reponerse de las dificultades, así que, no juzgaría a un gestor únicamente por una faceta de su vida personal. Menos aún si detrás tiene a un equipo.
-Una ‘gran metedura de pata’, profesionalmente hablando, fue…
Sobreponderar bancos europeos en 2018 y reconstruir la posición en la medida en que iban cayendo. Enorme enseñanza en cuanto a la gestión del riesgo y la importancia de dimensionar bien el tamaño de ciertas posiciones en la cartera.
El mercado está más alineado con esperar del BCE una subida de un 0.25%, que nos parece muy razonable
-Y ‘un gran acierto’ fue cuando…
Cambiamos el enfoque de nuestra cartera de renta variable desde un tradicional enfoque por zonas geográficas a otro más transversal que nos permite mirar al mundo desde distintos ángulos. Tenemos una parte de la cartera, a la que llamamos “Core” donde primamos la calidad de las compañías, y una parte de la cartera destinada a “Ideas”, más táctica y oportunista. De esta forma, no renunciamos a ninguna idea y establecemos el marco mental adecuado para ser más abiertos a incorporar inversiones con perfil de riesgo más elevado o un tracking error superior.
-Hemos cerrado el primer trimestre, y abierto el segundo. ¿Hemos dejado atrás el terremoto financiero o puede haber alguna réplica?
Nos encontramos en un momento de incertidumbre y aún no han finalizado las subidas de tipos de interés. La prudencia invita a pensar que aún puede existir algo de vulnerabilidad en el sector bancario, especialmente, en la banca regional americana. En el caso de Europa, los Cocos cotizan con un spread elevado, lo cual es señal de que todavía a los inversores no se les ha quitado el miedo.
-La incertidumbre, ¿volvió locos a los mercados?
La incertidumbre es cosustancial a la experiencia de invertir. De no existir incertidumbre o riesgo, no existiría prima de riesgo ni la posibilidad de conseguir retornos superiores al activo libre de riesgo. No volverse loco cuando la volatilidad repunta es parte del éxito a la hora de invertir. Por eso es tan importante entender los animal spirits (Schiller y Akerlof)y estar familiarizado con lo que recogen las teorías sobre el behavioural finance, que concluyen que en ocasiones los individuos actúan en los mercados de forma irracional.
Si suponemos que a largo plazo los mercados son eficientes y vemos que a corto plazo pueden llegar a ser tremendamente ineficientes e irracionales, entenderemos por qué algunos (pocos) inversores son capaces de batir al mercado.
-¿Entiende qué el Bitcoin haya sacado pecho y se haya convertido en valor refugio ante las turbulencias financieras?
He de confesar que no entiendo la fiebre del bitcoin, pero está claro que no ha funcionado como activo refugio en un momento en el que muchos habrían esperado que lo hiciera. En nuestra opinión es un activo especulativo, no regulado, y que a día de hoy no ha resuelto ninguna necesidad de la humanidad que no esté ya cubierta por otros instrumentos.
A los inversores les aconsejo que se tomen el tiempo de pensar para qué invierten y a qué plazo
Como idea utópica de un mundo desintermediado de las entidades financieras y los bancos centrales es interesante. No obstante, de momento no ha conseguido ser relevante ni como medio de cambio, ni como unidad de cuenta ni, mucho menos, como reserva de valor. Lo que acabe siendo en el futuro, está por ver.
Tal vez la explicación del movimiento más reciente tenga que ver con la recuperación de las acciones growth y la parte más especulativa del mercado una vez que los tipos de interés se han calmado un poco.
-¿Hay peligro de frenazo económico a pesar de que los últimos indicadores presentan cierta solidez?
Lo hay, pero el mercado le da poca probabilidad a que sea un frenazo muy brusco. En cualquier caso, parece que el mecanismo de transmisión de la subida de tipos a la economía tiene un cierto decalaje (entre 12 y 18 meses), por lo que aún no ha dado tiempo a ver el efecto real de todas las subidas ejecutadas hasta la fecha.
-Y, si hay frenazo económico, ¿qué harán los bancos centrales?
Lo que han hecho siempre, bajar los tipos de interés para estimular la economía y, en última instancia, recuperar el quantitative easing. Pero será gradual.
-¿Cree que el BCE subirá tipos en 50 puntos básicos el 4 de mayo?
Me sorprendería que subiera 50 puntos básicos nuevamente, más aún después del episodio de Credit Suisse. Una subida de 25 puntos básicos le permite mantener su discurso de que hay que seguir subiendo al tiempo que les permite graduar la repercusión en el sector financiero. Si nos fiamos de las expectativas del mercado, el mercado está más alineado con esperar una subida de un 0.25%, que nos parece muy razonable.
A los políticos les pido un poquito más de nivel, visión de estado y responsabilidad con la administración del presupuesto público
-Dicen ustedes los expertos que una crisis de crédito podría sustituir a la inflación como la mayor preocupación ¿Está de acuerdo?
Estoy muy de acuerdo, pero en cualquier caso, los mercados son expertos en encadenar “mayores preocupaciones”. Después de una viene otra, y luego otra… de momento es la inflación, pero cuando ésta deje de ser un problema, la nueva será la recesión, o la crisis de crédito, o un conflicto geopolítico… o lo que sea. Sí hay una cuestión a vigilar de cerca y es, si la historia vale para algo, que en el pasado todas las subidas de ciclos agresivas han provocado o bien una recesión o bien una crisis financiera. Tal vez esta vez sea diferente y se consiga el deseado soft landing sin más daños colaterales.
-Es momento de apostar por valores...
De calidad. Grandes multinacionales, con marcas potentes, sin deuda, con barreras de entrada en sus mercados, con generación de caja potente, poder de fijación de precios y menor vulnerabilidad si la macro se deteriora. En cualquier caso, el papel de los gestores con experiencia en este universo es crucial. De ahí que nosotros no seleccionemos valores concretos sino gestores.
-Y no por valores….
Especulativos, que no generan caja, que se enfrenten a fuertes necesidades de financiación a corto plazo o que se encuentren en industrias muy reguladas o demasiado vulnerables a los ciclos económicos.
-Y, por último, un consejo a los inversores, a los políticos (estamos en año electoral donde los haya), y a los empresarios, por favor.
A los inversores, que se tomen el tiempo de pensar para qué invierten, a qué plazo, qué nivel de riesgo son capaces de soportar y qué objetivo tiene su inversión (o sus inversiones). Y que busquen asesoramiento profesional y se apoyen en él.
Tenemos una parte de la cartera donde primamos la calidad de las compañías, y una parte de la cartera destinada a “Ideas”, más táctica y oportunista
A los políticos, un poquito más de nivel, visión de estado y responsabilidad con la administración del presupuesto público. Y por pedir, también pediría más preparación, educación y ejemplaridad y menos ideología y demagogia.
A los empresarios, que haya más que se atrevan a emprender, a ofrecer empleo, a poner a disposición de la sociedad productos y servicios y que, en la medida de lo posible, hagan de contrapeso ante políticas que desincentivan el esfuerzo y la excelencia.
-Otra más, discúlpeme. A cada uno de ellos, ¿qué libro les recomendaría?
A los inversores, “Fooled by randomness”, de Taleb.
A los políticos, “El Mundo de ayer”, de Stefan Zweig, para que no se olviden de a dónde pueden llegar los populismos, los nacionalismos y la irresponsabilidad.
A los empresarios, les pediría que escriban ellos el libro de su historia, sus motivaciones para emprender y cómo dejar el legado a la sociedad y a las nuevas generaciones. Tienen un mérito inmenso.