
Definitivamente, Criteria no lanzará una OPA sobre Naturgy. Es decir, no apuntalará su control frente a los fondos, sobre todo frente al más incordiante de todos, el australiano IFM, que tan buenas relaciones mantiene con el matrimonio Teresa Ribera-Mariano Bacigalupo, pero también los dos fondos que ahora incordian día sí y día también: GIP-BlackRock y CVC. Todos ellos ponen en entredicho, una y otra vez, el control de Criteria, no porque quieran asumir la gestión, sino porque pretenden hace ganancia rápida y la mayor posible.
Por cierto, Javier de Jaime, líder de CVC, viaja mucho últimamente a Dubai, sede del fondo soberano Taqa. Lo digo por decir.
Lanzar una OPA se desecha porque es muy costoso. En cuanto pase del 30% tendrá que lanzar una oferta sobre el total, pero hay quien en el grupo Criteria ya ha pensado, primero en lanzar una OPA y luego, en recuperar parte del dinero con una OPV. La operación es compleja, además de contradecir el Plan Estratégico del CEO, Ángel Simón, que consiste en más inversiones, más pequeñas, en más empresas, sin tomar el control.
De acuerdo, pero no es menos cierto que en la situación actual no se puede seguir.
Es por eso que en Criteria piensan que lo mejor es llegar a un acuerdo con los fondos para digamos, llevarnos bien. Difícil, sin duda, porque GIP y CVC (un 20% del capital cada uno) pretenden obtener plusvalías mediante el troceo de la compañía.
Ahora bien, si la cosa sigue como está, podemos encontrarnos con otro problema: que el Gobierno Sánchez, cada día más depredador, pretenda otra 'operación Telefónica'. Ya saben, entro para proteger una empresa estratégica española de pérfidas manos especulativas y, ya, por el mismo precio, me quedo y mando, a ser posible con un 10% o así, que para eso soy inversor, pequeño, y regulador, muy grande.
Para eso, resultaría mejor lanzar una OPA de Criteria sobre Naturgy.