Un nuevo mes en el que se constata que se mantiene la crisis profunda del automóvil en España. Hasta octubre, se han vendido 666.247 turismos y todoterrenos, un 5,8% menos que en el mismo periodo del año pasado y un 37% menos que hace tres años (1.059.275 unidades), antes del Covid, según los últimos datos de la Asociación Nacional de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac)… y no se prevé mejora hasta 2023.

Al sector le sigue afectando la crisis de chips, que lastra el ritmo de producción, pero también la incertidumbre económica que condiciona la decisión de compra, principalmente. Estas causas se han visto agravadas por el complicado escenario geopolítico (la guerra en Ucrania y tensiones en Asia), la elevada inflación y las subidas de los tipos de interés. No estamos hablando de un sector cualquiera: aporta el 11% del PIB, representa el 60% de la industria y su cadena de valor tiene unos 1,9 millones de empleos directos e indirectos. Y ojo, porque la previsión de matriculaciones no es buena, sino que sería de entre 820.000 y 830.000 unidades para el conjunto del año, por debajo de las 859.477 registradas en 2021 y muy lejos de las 1.258.260 de 2019.

Desde Anfac, su director de comunicación y marketing, Félix García, ha señalado que sólo en octubre las ventas han crecido un 11,7%, a 65.966 unidades vendidas, siendo “el tercer mes consecutivo en el que las ventas suben en un contexto de mercado a la baja y con una coyuntura socioeconómica muy desfavorable”. Raúl Morales, director de comunicación de Faconauto (patronal de las asociaciones de concesionarios oficiales), ha subrayado que ese dato positivo “no es representativo, porque seguimos hablando de un mercado con unas cifras bajísimas que además estamos comparando con un año ya malo como fue 2021”.

(fabrica la furgoneta Proace City en la planta que el grupo Stellantis tiene en Vigo)

El crecimiento de ventas en octubre se ha logrado por mayores operaciones de empresas (+39%) y alquiladoras (+22,1%), mientras las de particulares se mantiene estable (-0,4%) y aún está casi un 40% por debajo del nivel prepandemia. Por su parte, Tania Puche, directora de comunicación de la Asociación de Vendedores de Vehículos a Motor, Reparación y Recambios (Ganvam), ha apuntado que el canal de particulares “evidencia una demanda cada vez más débil como consecuencia de un panorama económico incierto, con préstamos cada vez más caros”, lo que “en un mercado en el que el 80% de los vehículos se financian, frena a las familias que quieren embarcarse en la compra de un coche”.

Entre enero y octubre, las marcas asiáticas Toyota, Kia y Hyundai han sido las más vendidas de turismos, pero ninguna produce en España excepto de forma mínima la primera (fabrica la furgoneta Proace City en la planta que el grupo Stellantis tiene en Vigo). Y así han desplazado a grandes marcas europeas como Volkswagen, Peugeot, Seat, Citroën, Renault,… que tienen mayor presencia industrial aquí.

Por su parte, las matriculaciones de vehículos comerciales ligeros han caído un 25,6%, a 97.163 unidades, en los diez primeros meses. Mientras las de vehículos industriales y autobuses han crecido un 11,5%, a 18.792 unidades.

Y en paralelo, Anfac forma parte de la Alianza por la Competitividad de la Industria Española junto a otras asociaciones -Sernauto, AOP, Aspapel, Feique, FIAB, Oficemen, Primigea y Unesid-. Dicha Alianza ha escrito una carta al Gobierno solicitando la puesta en marcha urgente de dos líneas de ayudas directas para paliar el impacto de los precios de la energía (electricidad y gas natural) y para limitar el impacto de las materias primas.