A mí el sistema que más me agrada es el holandés. Lo utilizó el Gobierno de la Haya para proteger a la teleco KPN del ataque del mexicano Carlos Slim
La entrada de los saudíes de STC en el capital ha puesto sobre aviso a las grandes empresas españolas, sobre todo a bancos y energéticas.
Los sistemas para defenderse son muy variados: desde limitar el poder de voto, limitaciones al porcentaje de compra, opas que exigen obtener, no el 51% sino el 66%, etc... Pero todas ellas tiene en común que atentan contra el principio de una acción, un voto, algo indiscutible para cualquier regulador, o bien que aluden a decisiones políticas, algo recurrible ante un tribunal. Además, los políticos no se distinguen por la perseverancia, pueden cambiar con cada gobierno.
No, a mí el sistema que más me agrada es el holandés. Lo utilizó el Gobierno de la Haya para proteger a la teleco KPN del ataque del mexicano Carlos Slim. El asunto consiste en que el Estado crea una fundación que sólo tiene un privilegio: forzar una ampliación de capital o de convertibles que neutralice al invasor.
Con dinero público, claro, de tal manera que KPN; antes de caer en manos de Slim, caería en manos del Gobierno de la Haya.
Es decir, se juega en el terreno del mercado, y el Estado pone el dinero, de forma temporal, probablemente, y con la ventaja de prohibir la suscripción a cualquier otro potencial suscriptor pero el caso es que pone dinero, así que en este punto no juega con ventaja. Los ventajistas, antes o después, son expulsados del partido.
Además los políticos trabajan con el dinero de los demás, es decir, de los ciudadanos. Por eso, ante un inversor agresivo, mejor oponer a un gobierno que a una persona.
¿Lo más importante de un tejido económico son las compañías grandes? No, lo más importante son las micropymes. Pero es verdad que las multinacionales son locomotoras que tiran de grandes y pequeños y que lo mejor es que tengan la sede y la propiedad justo al lado de los centros de trabajo y que el Consejo se reúna en la planta de arriba de la factoría. Ya saben, por si hay que montarles una bronca. En Riad, los trabajadores no pueden manifestarse. Está mal visto.