Andrés Sendagorta, presidente del Instituto de la Empresa Familiar (IEF), sacó a relucir este lunes los elevadísimos impuestos al trabajo que padecen las empresas en España y que son, sin duda, el freno más relevante para la creación de empleo primero, y segundo, para lograr salarios dignos. “Es preciso incentivar el empleo, y gravarlo no parece la mejor manera de conseguirlo”, afirmó durante la inauguración del XXVI Congreso Nacional del IEF que se celebra en Bilbao. En plata, que sendagorta le vino a decir al Gobienro que tiene que reducir las cotizaciones salariales.

Entre el público, José Luis Escrivá, ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, en funciones, cuyo mandato se ha caracterizado, precisamente, por el subidón de las cotizaciones sociales, incluso las de los autónomos, por cierto, con el aval de Lorenzo Amor, presidente de ATA y vicepresidente de la CEOE. Luego hablaremos de Escrivá.

Donde no acertó del todo Sendagorta fue en establecer el límite salarial en la competitividad. “Revisemos la fiscalidad para conseguir, entre todos, que el salario neto que llega al bolsillo de los trabajadores esté lo más cerca posible del coste bruto que asumen las empresas. Y revisemos también los salarios, sin más límite que mantener el listón de la competitividad, esencial para la continuidad de nuestras empresas”, afirmó.

La competitividad está muy bien, pero los salarios deben ser dignos, es decir, deben permitir que una familia viva dignamente y no tengan que depender de subvención alguna. Subvenciones que, según Sendagorta, “pueden ser un remedio temporal necesario (…) pero sólo el trabajo desarrollado por personas con la formación precisa representa una verdadera solución sostenible”, señaló.

También habló de la sostenibilidad, para él un acierto, pero con prioridades: “La sostenibilidad empieza por las personas, que deben suponer nuestro primer centro de atención”, afirmó.

Vamos con Escrivá, cuya intervención no estaba prevista y sorprendió a más de uno. El ministro en funciones alabó sin reparos a las empresas familiares -a la "estructura de propiedad que ustedes representan"- y a los empresarios, a los que dio las gracias, atención, por crear 900.000 empleos netos en España en los últimos tres años, porque España es el país con más creación de empleo de nuestro entorno. Claro, porque somos el que tiene el mayor paro de todos. Ni una sola mención a la reforma laboral de la camarada Yolanda Díaz ni, por supuesto, al hecho de que miles y miles de esos supuestos empleos son públicos y no privados, amén del empleo “que sólo sirve para maquillara las estadísticas”, como señaló Sendagorta en su intervención. Escrivá miente hasta cuando se hace el simpático.

Pedro Sánchez tampoco acudirá esta vez al Congreso del IEF, pero este año además ha enviado a Escrivá para que se reconcilie con los empresarios. Dudo mucho de que lo haya logrado.