IAG se frota las manos porque el Gobierno portugués pone a la venta el 49,9% de TAP. El mercado reconoce que integrar la aerolínea lusa en el grupo que dirige Luis Gallego “sería estratégicamente bueno porque las rutas de ambas se complementan. IAG incrementaría su presencia en África, por ejemplo, y también en EE.UU”, aseguran los expertos. Un apunte. Ya en 2011, cuando se empezó a hablar de la posible privatización de TAP, la hispanobritánica mostraba su interés por ‘participar en la operación’.

Volviendo al presente, IAG vive un rally alcista en Bolsa, especialmente desde el pasado mes de abril, cuanto tocó mínimos, en los 2,62 euros, al son de la abrupta caída de los mercados globales tras el anuncio de Trump sobre la aplicación de los aranceles recíprocos.

Hoy cotiza en los 4,30 euros; en lo que va de año se revaloriza un 18%, y en los últimos doce meses, nada más y nada menos que un 103%.

Tiene el aval de los analistas. Por ejemplo, Berstein considera que puede subir hasta un 25% y superar los 5,2 euros. La media del consenso que publica Reuters recomienda comprar con un precio objetivo de 4,59 euros por acción y pronóstico de revalorización a doble dígito. Todo esto a pesar de que mantiene, todavía, un 20% de Air Europa, porcentaje que analiza vender según reveló su Ceo, Luis Gallego, en una entrevista con Reuters, el pasado mes de marzo.

Parece que, de momento, no hay prisa por deshacerse del último vestigio que les queda de la compañía de los Hidalgo, que tantos quebraderos de cabeza le ha provocado a Gallego.

Y, ¿cómo están sus homólogas del sector que buscan firmar, de nuevo, un verano record a pesar de la situación geopolítica y comercial?

Si echamos un vistazo a Ryanair, vemos que se revaloriza desde enero un 35%, en los últimos 12 meses, un 20%; Lufthansa, sube este 2025, un 21%, y en los últimos 12 meses, un 28%; Air France, desde enero, recupera un 36%, y desde julio de 2024, un 35%.

IAG mantiene, todavía, un 20% de Air Europa, porcentaje que analiza vender según reveló su Ceo, Luis Gallego, el pasado mes de marzo. Parece que, de momento, no hay prisa por deshacerse del último vestigio que les queda de la compañía de los Hidalgo, que tantos quebraderos de cabeza le ha provocado a Gallego

A pesar de que el invierno ha sido complicado, “la guerra comercial tiene implicaciones directas en términos de crecimiento económico, inflación y beneficios y ello repercute, inevitablemente, en el Sector Turismo y, particularmente, en las aerolíneas”, opina Bankinter, la única que obtuvo beneficios, en el primer trimestre, fue IAG.  Air France redujo las pérdidas casi en un 50%. Aumentaron los números rojos en Lufthansa un 20%, mientras Ryanair, en su ejercicio fiscal que finaliza en marzo, ganó un 16% menos.

IAG sorprendió al mercado con un beneficio operativo de 198 millones de euros, lo que supone casi multiplicar por tres lo obtenido en el mismo periodo del año anterior. Según los analistas de IG, hay una serie de catalizadores y de razones que impulsan a la compañía, además de su balance: la incorporación de IAG al índice MSCI World el pasado 30 de mayo, “movimiento ha aumentado su visibilidad global y ha supuesto un fuerte incremento de liquidez, atrayendo el interés de grandes fondos indexados e inversores institucionales”, y las inversiones estratégicas en la flota con la compra de 53  aviones a Boeing y Airbus, con un valor estimado de 23.000 millones de dólares, “lo que descuenta mejorar su eficiencia operativa futura”.

“Sin embargo”, apunta Antonio Castelo, analista de iBroker Global Markets,.a pesar del buen momento, “el sector aéreo es altamente sensible a shocks externos como el precio del combustible o un frenazo en el crecimiento global o regional de la economía (que afectaría directamente la demanda de viajes, tanto de ocio como de negocios). La pandemia demostró su extrema vulnerabilidad a eventos disruptivos”.

IAG fue la única que obtuvo beneficios, en el primer trimestre, que multiplicó por tres. Air France redujo las pérdidas casi en un 50%. Aumentaron los números rojos en Lufthansa un 20%, mientras Ryanair, en su ejercicio fiscal que finaliza en marzo, ganó un 16% menos

No hay que perder de vista las recientes previsiones presentadas por Exceltur, la patronal del sector, cuya conclusión principal es que el turismo seguirá creciendo pero menos de lo que se pensaba. En esta línea, el crecimiento del PIB turístico del segundo trimestre se aceleró ligeramente (+3,6% respecto al segundo trimestre de 2024 y un 3,2% más respecto al primer trimestre), pero por debajo del 4% esperado en abril.

La ‘necesidad’ de viajar acumulada en los años de pandemia se ha liberado. Ahora, el crecimiento del turismo se normalizará y dependerá más de factores macroeconómicos como la renta disponible de los hogares, la inflación y los tipos de interés, y eso afectará a las aerolíneas

De esta manera, el PIB turístico real en 2025 no alcanzará el 4% esperado y se situará en el 3,3%, una reducción notable de las expectativas que el sector atribuye al contexto macroeconómico, más adverso e incierto, que se concreta, principalmente, en la caída de turistas procedentes de EEUU, Alemania y Francia.

Porque, “aunque la demanda sigue siendo robusta”, opina Castelo, “es probable que la fase más explosiva de recuperación ya haya pasado. La ‘necesidad’ de viajar acumulada en los años de pandemia se ha liberado. Ahora, el crecimiento del turismo se normalizará y dependerá más de factores macroeconómicos como la renta disponible de los hogares, la inflación y los tipos de interés”.

Aun así, IAG mantiene su previsión de crecimiento en el 3% para este ejercicio y confirma que las reservas “son acordes” a las del año pasado.