Una vuelta de tuerca más en la situación de Urbas. Si en nuestra última información hablábamos de “la eterna agonía” de la compañía, esa agonía se ha traducido en una declaración de preconcurso ante el riesgo de quiebra.

“El Consejo de Administración de Urbas Grupo Financiero, S.A. ha decidido por unanimidad la presentación por parte de la inmobiliaria de la comunicación a la que se refiere el artículo 585 del Real Decreto Legislativo 1/2020, de 5 de mayo. El objetivo de esta comunicación es establecer y garantizar un marco adecuado para la presentación de un Plan de Reestructuración. La Compañía ya ha iniciado las negociaciones con sus principales acreedores y confía en poder llegar con éstos a un acuerdo que permitirá a la sociedad y al grupo desarrollar su actividad con normalidad”, señala en la nota remitida a la CNMV.

Es un buen momento para conocer qué significa entrar en preconcurso y sus consecuencias. Según explica en su web el despacho de abogados Acountax, “el preconcurso de acreedores es un instrumento que faculta al empresario para comunicar al Juzgado de lo Mercantil una situación de insolvencia y que ha iniciado negociaciones con los acreedores”… “una herramienta muy útil que puede evitar soluciones más drásticas, como puede ser la declaración de un concurso o la propia liquidación”.

Con el preconcurso, Urbas gana tiempo y alarga plazos mientras continúa con su actividad empresarial...o lo que es lo mismo, Urbas da una ‘patada hacia adelante’, dada su situación

Efectos sobre los procedimientos de ejecución contra el deudor: "Como primer importante efecto…hay que señalar que hasta que transcurran tres meses desde la fecha de la comunicación al Juzgado… los acreedores no podrán iniciar ejecuciones judiciales o extrajudiciales sobre los bienes y derechos del deudor. Además… cualquier ejecución ya iniciada sobre o contra los bienes o derechos del deudor, quedará suspendida…”.

Es decir que, con esto, Urbas gana tiempo y alarga plazos mientras continúa con su actividad empresarial...o lo que es lo mismo, Urbas da una ‘patada hacia adelante’, dada su situación.

“En estas ocasiones, el riesgo para el inversor es alto y el binomio riesgo-rentabilidad no es atractivo”, opina Javier Cabrera, analista de mercados.

Urbas fue suspendida de cotización el pasado 30 de abril después de que su auditor, Worldwide Audit, decidiera no firmar las cuentas correspondientes a 2024, y Urbas se lo comunicara a la CNMV.

Unas cuentas que, sin auditar, publicó Urbas: pérdidas netas consolidadas de 137,1 millones de euros en el año 2024, frente a las ganancias de 14,6 millones del año anterior, según comunicaba a la CNMV. Resultados que justificó la empresa “por el proceso de reorganización de las empresas de construcción llevado a cabo por Urbas para agilizar el negocio, evitar solapamientos y aprovechar sinergias tras el crecimiento inorgánico de los últimos años”.

A finales de 2024 la justicia le daba vía libre para empezar con el plan de reestructuración de Construcciones Urrutia y así hacer frente a una deuda cercana a los 21 millones de euros que tiene con bancos, con el ICO, con proveedores y con la misma Urbas.

El plan de reestructuración societaria ha conseguido que, además de Urrutia, también dos filiales de edificación e infraestructura, evitaran la quiebra.

Urbas fue suspendida de cotización el pasado 30 de abril después de que su auditor, Worldwide Audit, decidiera no firmar las cuentas correspondientes a 2024, y Urbas se lo comunicara a la CNMV

Se trata de la alicantina Ecisa y de la guipuzcoana Murias. Esta última, adquirida por el grupo Urbas en 2020, era declarada oficialmente en concurso de acreedores, en marzo de 2024.

Murias notificó a finales de 2023 que tenía una deuda declarada de alrededor de 70 millones de euros con distintos acreedores.

En el caso de Ecisa, una de las inmobiliarias históricas de Alicante, presentaba un plan de reestructuración que fue homologado en 2024. Además, ha sido objeto de varias refinanciaciones en los últimos años antes de su integración, en 2021, en el grupo Urbas.

Urbas es una compañía inmobiliaria y de construcción, fruto de la enésima reconversión del grupo barcelonés de transportes fundado en 1944 y que conserva el nombre desde sus orígenes.

Desde 1972 ha estado centrada en el inmobiliario. Salió a Bolsa en 1989, llevó su sede a Madrid en 1995 y se benefició como la que más de la burbuja inmobiliaria, toda una fiesta que truncó la crisis del 2008. Dicen los expertos que, desde entonces, Urbas no levanta cabeza.

La compañía está pendiente, además, de un juicio todavía sin fecha sobre las presuntas irregularidades de la ampliación de capital realizada en julio de 2015 por más de 384 millones de euros.

La investigación judicial se inició en 2017 y lleva pendiente de que se fije la vista desde julio de 2021. Ese mismo año, el juez José Luis Calama abrió juicio oral contra el presidente del grupo financiero Juan Antonio Acedo Fernández, y su antecesor, Juan Antonio Ibáñez Fernández, además de otros implicados.

La Fiscalía pide 8 años y tres meses de prisión para Acedo, y 8 años de cárcel para Ibáñez Fernández por supuestos delitos societarios y contra el mercado.

La Fiscalía pide 8 años y tres meses de prisión para Acedo, y 8 años de cárcel para Ibáñez Fernández,su antecesor en el cargo, por supuestos delitos societarios y contra el mercado

Acedo controla un 24,793% del capital de la empresa, Ibáñez, un 20,100%. En el accionariado también están el grupo inmobiliario Alza Real Estate S.A. con el 13,833%; le sigue HH Sheik Mohamed Khalifa Bin con el 4,693%, y, por último, José Antonio Bartolomé Nicolás con el 4,054%

HH Sheik Mohamed Khalifa Bin es miembro de la Casa Real de Thani, concretamente el hermano del emir de Catar, el jeque Tamim bin Hamad Al Thani.  Destaca su interés por el fútbol. Se dice que está detrás de muchos de los fichajes de jugadores europeos realizados por los equipos de esta zona del mundo.

Sorprende, sin embargo, su interés en el sector inmobiliario, en concreto, por Urbas.

Respecto a José Antonio Bartolomé Nicolás, es principal accionista de Nyesa Valores, dedicada al desarrollo urbanístico, la promoción inmobiliaria y la gestión de patrimonio. Pues bien, Bartolomé Nicolás, se tuvo que sentar en el banquillo acusado de presuntos delitos de administración desleal y falsedad documental tras la querella criminal presentada por varios socios de Nyesa.