El impuesto a la banca, en su edición actual, afecta a Caixabank como al que más, de tal manera que en 2025 tendrá que abonar, según previsiones, cerca de 600 millones de euros, que se suman al impuesto de Sociedades. De momento, en el primer trimestre -el impuesto se periodifica-, el gravamen ha supuesto el pago a Hacienda de 148 millones, según las cuentas publicadas este miércoles por la entidad.
“No lo acabamos de entender cuando, además, el impuesto lo paga el FROB” (y el resto de accionistas), resaltó Gonzalo Gortázar durante la rueda de prensa telemática. Esa es la paradoja: se supone que el Estado mantiene algo más del 16% del capital de Caixabank con el objetivo de recuperar las ayudas públicas inyectadas en su día en Bankia.
La entidad que preside Tomás Muniesa ganó 1.470 millones hasta marzo, un 46,2% más que en marzo de 2024, cuando tuvo que abonar la totalidad del impuesto especial. Sin ese impacto, el crecimiento del beneficio habría sido del 6,9%, que no está mal teniendo en cuenta que estamos en un nuevo ciclo de bajada de tipos por parte del BCE.
De hecho, el margen de intereses se redujo un 4,9%, hasta los 2.646 millones. Las comisiones, por el contrario, aumentaron un 6,7% y alcanzaron los 962 millones. Así, el margen bruto aumentó un 14,7%, hasta los 4.011 millones de euros.
En la nota remitida a los medios, el banco destaca el impulso de la actividad comercial, con un aumento del 8,5% de los recursos de clientes y del 2,9% de la cartera de crédito sana. Además, Caixabank captó cerca de 340.000 nuevos clientes en España desde marzo de 2024.
Positivos fueron también los principales indicadores, como la solvencia, con una ratio de capital CET1 del 12,5%, una morosidad del 2,5% y una eficiencia del 37,7%.
Todo esto, sin embargo, no fue suficiente para evitar la caída de la cotización, que a lo largo de la mañana de este miércoles ha estado cerca del 5%, frente a un Ibex también en rojo, pero menos, en el entorno del -2%.
Por cierto, Caixabank no piensa devolver la sede social a Cataluña, al menos de momento. “No hay novedad ni se la espera”, zanjó Gortázar.