Tras su inesperado aplazamiento, Naturgy, la compañía energética presidida por Francisco Reynés, ha presentado con seis días de retraso sus cuentas referidas al primer semestre del presente ejercicio. La notificación el pasado 5 de agosto de una sentencia judicial condenatoria en primera instancia por un importe aproximado de 236 millones de euros (M€) más intereses y costas recibida por Metrogas S.A., sociedad chilena participada por Naturgy en un 55,6%, por una demanda por supuestos incumplimientos en el transporte de gas argentino presentada en el ejercicio 2009 por Transportadora de Gas del Norte S.A. (TGN), y la repercusión de esta sentencia es lo suficientemente relevante para que haya sido recogida en las cuentas del segundo trimestre, ya que ha repercutido negativamente en el resultado con un impacto neto de 126M€ en provisiones.

En un escenario de una extraordinaria volatilidad en el sector energético como consecuencia de los efectos de la situación bélica en Ucrania, el resultado neto de la compañía ha sido de 557M€, un 15% superior al del primer semestre del ejercicio precedente. Como hemos visto en otras compañías del sector, en especial en el negocio de trading (comercialización), la subida de precios de la energía ha supuesto un incremento en las ventas netas, y en el caso de Naturgy estas se han disparado un 83,3%, hasta los 16.737M€.

El resultado bruto de explotación (Ebitda) asciende a 2.047M€, que representa un 22,0% de aumento, tras el crecimiento del 23,9% en la actividad internacional, mientras la nacional solo subió un 2,3%, cambiando la tendencia anterior donde el mercado nacional era su principal bastión

El margen bruto también ha registrado un incremento del 3,5%, mientras que los costes se han reducido en 272M€, destacando el 50,7% de reducción de los gastos de personal y el incremento del 47,4% de otros ingresos de explotación, que elevan el resultado bruto de explotación (Ebitda) a los 2.047M€, que representan un 22,0% de aumento. Y en este ha contribuido el crecimiento del 23,9% en la actividad internacional, mientras que la nacional solo creció un 2,3%, cambiando la tendencia mostrada anteriormente donde el mercado nacional era su principal bastión. El alza de los precios en todos los mercados internacionales, las actualizaciones al alza de las tarifas en el mercado de redes de Hispanoamérica, así como la evolución positiva de los tipos de cambios han sido los principales motivos para este cambio de tendencia. En cuanto al negocio nacional, el de redes eléctricas se mantuvo, pero la menor demanda de gas y la disminución de la retribución de este en el marco regulatorio no lograron una mayor aportación.

El resultado financiero ha ascendido a -336M€, un 42,4% superior al de igual periodo de 2021. La deuda neta se ha situado en 16.517M€, tras reducirse en un 6,7% respecto al cierre del pasado ejercicio y mantiene un coste medio del 2,6%, 0,1 puntos básicos superior al del pasado ejercicio, y mantiene un 83% de la misma a tipo fijo. La subida de los tipos de interés empieza a notarse en los costes de la compañía, ya que el ratio Ebitda/coste deuda ha pasado del 7,2% al cierre del pasado ejercicio al 8,9% del segundo semestre del actual. La posición de efectivo y equivalentes respecto al final del 2021 se ha visto reducida hasta los 3.624M€, un 9,40 inferior en términos porcentuales. Y las inversiones han ascendido a 721M€ un 64% superiores, destinadas a renovables y a redes de distribución de electricidad y gas en España e Hispanoamérica.

La deuda neta baja un 6,7, a 16.517M€, mantiene un coste medio del 2,6%, 0,1 puntos básicos superior, y un 83% de la misma es a tipo fijo. Pero la subida de los tipos de interés empieza a notarse en el ratio Ebitda/coste deuda, que ha pasado del 7,2% al cierre del pasado ejercicio al 8,9%

Después de estos excelente resultados, a pesar de las provisiones que ha debido encajar por la sentencia de Metrogas, queda un segundo semestre con algunas incertidumbres en el sector que podrían hacer variar el sentido de crecimiento de sus resultados en especial en las áreas europeas y mas concretamente en la española. Las amenazas del Gobierno de crear un impuesto especial sobre las ventas de las sociedades del sector energético puede añadirse a la incerteza sobre los suministros de gas, especialmente de procedencia soviética para este próximo invierno, que podría repercutir de forma especial en las cuentas de resultados, pero si la senda de Naturgy continua basándose en los ingresos procedentes de los mercados no europeos, esto puede resultar menos gravoso. Y por ahora, los accionistas sólo reciben recompensa: el Consejo de Administración ha aprobado el primer dividendo a cuenta de este ejercicio, que será de 0,3 euros (€).

De todas formas, el proyecto Géminis, que pretende segregar la compañía en dos cotizadas -una con los activos regulados y otra con el negocio de comercialización y renovables-, continúa adelante, pero con un prudente paréntesis en espera de que amaine el actual temporal. Ya a finales de mayo, referió que el calendario inicial podría alterarse por factores exógenos: principalmente por la situación internacional y las incertidumbres regulatorias. Ahora, se subraya que “el Consejo sigue monitorizando los avances de todos los análisis del proyecto, que hasta ahora confirman su idoneidad estratégica” y que “la volatilidad actual de los mercados, la evolución de la coyuntura energética y las múltiples incertidumbres regulatorias, todavía pendientes de conocerse con exactitud, aconsejan adecuar el calendario de ejecución a la evolución de los acontecimientos”. 

Y la reacción en bolsa no fue destacable el jueves 11, pues la acción descendió un 0,18%, con un Ibex que sólo ascendió un 0,33%. Sin embargo, este viernes 12, la cotización de Naturgy se impulsa un 1,83% en las primeras horas de la sesión, por encima del selectivo español (+0,73%).