El comisario de Economía, Paolo Gentiloni
Aunque Aitor Esteban tiene que demostrar que es de Bilbao, lo cierto es que el PNV la ha dado el visto bueno a los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2022. Sánchez está feliz. No es que Europa tenga que aprobar los Presupuestos, salvo si queda claro que destruye el cuadro económico y salvo que, como es el caso, se haya mutualizado la deuda europea para financiar los planes de saneamiento.
Bruselas, de hecho, sólo ha dicho que sean prudentes con el gasto público porque la deuda española asusta.
Perded toda esperanza: tenemos Sánchez hasta 2024
Por eso, Bruselas aprueba los Presupuestos de Sanchez pero le pide que sea prudente en política fiscal. Vamos, que reduzca el gasto: no lo hará. Por contra, aumentará los ingresos, es decir, subirá los impuestos.
Sánchez ya sólo tiene que salvar los escollos de la reforma de pensiones -donde no hará nada y de la reforma laboral -que se situará en el centro, en el centro de la nada.
Perded toda esperanza: tenemos Sánchez hasta 2024. El paripé de los apoyos parlamentarios es eso: un paripé. Los tiene desde siempre porque sabe que todos los radicales, sea por comunismo o por separatismo, sólo pretenden insultar a los curas o degollarlos... lo cierto es que tanto los separatistas catalanes como los vascos, proletarios o burgueses, comunistas o populistas... necesitan a Sánchez para mantener su cuota de poder.