José Luis Bonet Ferrer (82 años), presidente de la Cámara de Comercio de España y presidente de honor de Freixenet, se ha pronunciado sobre la entrada del Estado en Teléfonica, señalando que “si es para apoyar, no me parece mal; si es para intervenir, ya no me gusta”. Asimismo, ha aprovechado para “felicitar a Fainé y a Simón (presidente y CEO de Criteria Caixa, respectivamente, y de los que el Gobierno quiere que entren en Talgo) por el paso adelante que han dado en defensa de Telefónica”, aludiendo al reciente aumento de la participación (Criteria ya tiene el 5% de la teleco y otro 2,5% a través de Caixabank). 

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Así lo ha referido en un desayuno informativo de la Confederación Española de Directivos y Ejecutivos (CEDE), coincidiendo con su 27 aniversario. Bonet es una persona relevante en el panorama económico y empresarial del país, por lo que también ha opinado sobre la salida a bolsa de Puig, un movimiento que ve “acertado” y que “puede ser una buena solución para las empresas familiares cuando se van diversificando y tienen la dimensión y la posición necesaria”. Eso sí, no ve de la misma forma la eliminación de la ‘Golden Visa’ anunciada por Pedro Sánchez, que considera “un gesto demagógico y desacertado” y más en un momento como el actual de “rumores de guerra”.

A Bonet no le preocupa Cataluña: “Ya hay desinflamación, la gente se ha dado cuenta de que les han engañado, les han prometido el cuento de la lechera y se ha roto el botijo”, por lo que considera que “muchos no irán a votar y otros votarán a Illa”, es más, cree que ganará el candidato socialista 

En relación a la situación de España, Bonet ha afirmado que hay amenazas externas, como la situación geopolítica “con dos focos muy preocupantes, Oriente Medio y Ucrania”, las elecciones de EEUU que crean mucha incertidumbre y también la economía de Europa, con Alemania y Francia casi en recesión y que pueden arrastrar al resto. Respecto a las amenazas internas, se centra en la política y el hecho de “no haya consenso” entre los dos grandes partidos, pero no le preocupa Cataluña: “Ya hay desinflamación, la gente se ha dado cuenta de que les han engañado, les han prometido el cuento de la lechera y se ha roto el botijo”, por lo que considera que “muchos no irán a votar y otros votarán a Illa”, es más, cree que ganará el candidato socialista y espera que el PP aumente “porque tiene que ser un partido con una parte importante en Cataluña”. “Ojalá no caigamos en la trampa de que haya que repetirlas”, ha añadido respecto a la cita con las urnas que tendrá el próximo 12 de mayo. Todo ello el mismo día en que han llegado las penúltimas ‘baladronadas’ de Carles Puigdemont, afirmando que "volveré el día del debate de investidura, tanto si gano como si no” y que dejará la política activa si no consigue ser el siguiente presidente de la Generalitat. ¿A que no?

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Respecto a la economía española, Bonet ha destacado “el éxito del turismo”, pero también que “la parte no tan buena es que el turismo lo tapa todo, como el sufrimiento de la gente que no tiene que ver con el turismo”. En concreto, ha subrayado que “son, sobre todo, pymes que han tenido que afrontar las subidas de los precios de los suministros, no han podido repercutir la inflación y se han endeudado con elevados tipos de interés”. También está el problema de la productividad. Y entre los retos, para Bonet están: la seguridad, la estabilidad física e institucional, y la seguridad jurídica; la demografía, “un muy mal asunto, no tener hijos es perder vitalidad, y si esta se pierde, no vamos bien”; la formación, donde “España tiene que hacer una reflexión y Pacto de Estado con consenso sobre todo los niveles educativos incluida la Universidad”; y la internacionalización.

Para Bonet, en materia fiscal, “hay mucho gasto que se podría eliminar y nos haría más productivos”, y se podrían retocar los impuestos: “ver cuáles son necesarios y procuremos que no afecten a lo que es el motor principal (o sea, a las empresas)

El presidente de la Cámara de Comercio de España y presidente de honor de Freixenet (junto a su tío José Ferrer) ha señalado que el principal riesgo económico de nuestro país “es que las pymes que están sufriendo se pongan a la defensiva y no innoven, no inviertan,... no pueden parar... parar es un error”. Ahora que la inflación es más moderada, también es momento de afrontar “la consolidación fiscal, más allá de la voracidad recaudatoria y ver en qué estamos gastando”, “porque hay mucho gasto que se podría eliminar y nos haría más productivos”, y también se podrían retocar los impuestos, ver cuáles son necesarios y procuremos que no afecten a lo que es el motor principal (o sea, a las empresas).