La bombona de butano continúa siendo la energía más barata, dado que el cliente sólo paga por lo que consume. Y ahora trae aún más alegrías para los bolsillos en nuestro país, porque encadena tres bajadas consecutivas: su precio se reducirá un 4%, a 15,46 euros, a partir del martes 18.

La considerada como ‘energía de los pobres’ vuelve a rebajar su precio, tras haberlo hecho en julio (cuando pasó a 17,11 euros) y septiembre (el precio se situó en 16,27 euros), después de cinco subidas consecutivas. Un abaratamiento que llega justo cuando la inflación sube un 3,1% hasta octubre, sobre todo, por la electricidad, los transportes y los alimentos imprescindibles de la cesta de la compra. Entre estos últimos, destacan los huevos, cuyo precio se ha disparado un 50% en seis meses por culpa de la gripe aviar. Además, desde octubre del año pasado se han encarecido bastante el café (+19,4%), la carne de vacuno (+17,8%) y el chocolate (+16,1%).

La bombona de butano se abarata ahora un 4%, debido a los menores fletes (o sea, el transporte), que han bajado un 14,9%, y a la apreciación del euro frente al dólar. Sin embargo, las cotizaciones de las materias primas -butano y propano- han aumentado un 6,4%. Claro que conviene recordar que el consumo de envases de gas licuado del petróleo (GLP) se mueve a la baja desde hace más de una década, con una caída superior al 25% entre 2010 y 2021, hasta 64,5 millones de envases anuales. En concreto, unos ocho millones de hogares continúan consumiendo dicha energía barata y disfrutando sus ventajas: versatilidad, alto poder calorífico y fácil de mover.

Ahora que se han cumplido dos años del tercer Gobierno Sánchez, la bombona de butano acumula tres subidas consecutivas, seguidas de dos descensos, otras cinco subidas y tres nuevas bajadas. Cabe recordar que nuestro país es una excepción dentro del negocio europeo de butano: en otros países se ha liberalizado, mientras que aquí tiene su precio regulado, el cual se revisa cada dos meses el tercer martes de los meses impares dependiendo del coste de la materia prima, los fletes y la evolución del tipo de cambio euro-dólar. Y por cierto, dicha revisión puede superar temporalmente el límite del 5% debido a una orden ministerial del pasado marzo que intentaba dar respuesta a las quejas de la Federación Española de Distribuidores de Gases Licuados del Petróleo (FEDGLP).