
Cabe subrayar que la bombona de butano se considera la energía de los pobres al ser la más barata (donde el cliente sólo paga por lo que consume), pero continúa encareciéndose. Ya acumula cuatro subidas consecutivas desde el pasado septiembre (dos de ellas ya con Sara Aagesen como vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico) y costará 17,67 euros a partir del día 18.
Recuerden que España supone una excepción dentro del negocio europeo de butano, porque tiene su precio regulado, mientras en otros países se ha liberalizado. El precio se revisa de forma bimensual el tercer martes de los meses impares en función del coste de la materia prima (propano y butano), así como el coste de los fletes (transporte) y la evolución del tipo de cambio euro-dólar. Hasta ahora, la revisión al alza o a la baja estaba limitada al 5% como máximo, pero ahora de forma temporal se podrá sobrepasar dicho tope, tras la orden ministerial TED/211/2025 del pasado 4 de marzo, que ha actualizado el valor del coste de comercialización para garantizar el suministro de gas licuado del petróleo (GLP) envasado a los consumidores en sus hogares.
Una orden ministerial que surgió para dar respuesta a las quejas de la Federación Española de Distribuidores de Gases Licuados del Petróleo (FEDGLP) y que estableció que, temporalmente, se aumente el límite del 5% de subida en 20 céntimos de euro por envase de 12,5 kilogramos para acelerar la incorporación del nuevo valor del coste de venta, si el precio máximo resultante tras aplicar la fórmula supera el umbral del 5%. En un comunicado (ver documento adjunto), la FEDGLP valoró positivamente la actualización del nuevo sistema de revisión de los precios del butano, señalando que “permite que las agencias distribuidoras puedan seguir prestando este servicio esencial en condiciones sostenibles y garantiza mantener la calidad y el acceso a una fuente de energía para millones de consumidores, con especial atención a las zonas rurales y a los consumidores más vulnerables”.
El próximo martes 18, la bombona de butano se encarecerá un 6,19%, hasta 17,67 euros, sumando cuatro subidas consecutivas y el mayor precio desde mediados de enero de 2023. La subida se debe al alza en la cotización de las materias primas (+4,89%) y al mayor coste de comercialización (+14,27%) -que ya incluye los 20 céntimos de euro por envase de la reciente actualización citada-. Este encarecimiento no es baladí y es el segundo desde que Aagesen relevó a TeresaRibera. Asimismo, cabe recordar que el precio de la bombona de butano era una de las cosas que más preocupaba a AnaBotella cuando gobernaba su marido, el pepero JoséMaríaAznar, y que no sólo favorecía a los pobres sino también a Juan Abelló para viajar más barato con su Mercedes-Benz en su finca. Y parece muy probable que España siga siendo una excepción dentro del negocio europeo del butano, porque su consumo se mueve a la baja: ha caído más de un 25% entre 2010 y 2021, hasta 64,5 millones de envases de GLP de distintas capacidades anuales, algo que notan sus dos principales vendedores (Repsol y Moeve -antes Cepsa-).
Con el nuevo encarecimiento, desde el inicio del tercer Gobierno Sánchez (el 16 de noviembre de 2023), la bombona de butano encadena tres subidas, dos descensos y otras cuatro subidas consecutivas.