Axa no termina de despegar. Siempre hay un ‘pero’. En 2022, por ejemplo, fue la valoración de los activos en los que había invertido y que provocó una reducción del beneficio anual del 8,5%. Las cuentas del primer semestre de este año, presentadas este jueves, no son tan llamativas, pero sí destacan por el beneficio de 3.833 millones de euros, prácticamente el mismo que el registrado un año antes (3.852 millones).

En cualquier caso, la aseguradora francesa, segunda de Europa sólo por detrás de Allianz, destaca en su comunicado que el resultado operativo fue mejor de lo esperado y aumentó un 5%, hasta los 4.110 millones.

La clave de los seis primeros meses del año fue la caída del 4% de los ingresos de Vida y Salud, y el retroceso del 7% en gestión de activos. Esto fue lo que eclipsó, al menos parcialmente, el crecimiento del 13% de seguros generales.

Además de los resultados, Axa anunció la compra de la irlandesa Laya, especializada en Salud, por 650 millones de euros. Ninguna de las dos cosas -resultados y Laya- despertaron demasiado interés entre los inversores, ni para bien ni para mal. Así, superado el medio día, la cotización de la compañía se mantenía prácticamente intacta respecto al día anterior, en los 27,34 euros por título. Axa vale 62.590 millones de euros en bolsa.