Tenemos Lagarde para rato, concretamente hasta octubre de 2027, momento en el que finalizará su mandato al frente del BCE. Se nos saltan las lágrimas sólo pensar que no es prorrogable, pero lo cierto es que la francesa tenía una oferta encima de la mesa, para ser la sucesora de Klaus Schwab, todavía presidente del Foro Económico Mundial, más conocido como Foro de Davos.

“Lamento decirles que no van a verme marchar” respondió Lagarde este jueves, durante la rueda de prensa posterior a la reunión del consejo de gobierno del Banco Central Europeo, en Fráncfort.

En cuanto a los tipos de interés, se cumplieron las quinielas: el precio del dinero volvió a reducirse un 0,25%, hasta situar la tasa de referencia en el 2%, el objetivo marcado por el BCE y el octavo recorte en un año. La previsión es que el PIB de la Eurozona se mantenga en el 0,9% este año y baje una décima en 2026, hasta el 1,1%. En 2027 se situará en el 1,3%, pero esto es aún menos fiable que la previsión meteorológica.

“Estamos llegando al final del ciclo que se abrió tras la guerra de Ucrania”, afirmó, dejando abierta la posibilidad de bajar todavía más el precio del dinero. No es baladí, porque eso supondría seguir facilitando el endeudamiento público de políticos irresponsables como Pedro Sánchez. Con la bajada de tipos de este jueves, la bola de nieve de la deuda pública seguirá aumentando… hasta el estallido final.

Y en el horizonte próximo, el aumento del gasto en Defensa. Esto marcha.