Escrivá como Marlaska. El de Albacete ha hecho con el Servicio de Estudios del Banco de España (BdE), el reconocido como el mejor centro de análisis económico del país, con licencia para sacarle los colores al Gobierno, lo mismo que el bilbaíno con la policía. Marlaska argumenta que España es un país más seguro porque él ha contratado más policías, muchos más que el PP. José Luis Escrivá argumenta que el nuevo Servicio de Estudios del Banco de España, una vez gillotinado el anterior director, Ángel Gavilán, tendrá más efectivos, ergo será mejor.
Pues no, ni más policías implica más seguridad, depende de cómo hagan su trabajo y de para qué los utilices, ni más economistas significan más independencia del Gobierno: depende de cuánto les censures.
La historia es muy simple: Ángel Gavilán, un economista moderado, pero un poquito, sólo un poquito, más liberal que Moncloa, crítico con la política de subvenciones públicas del Sanchismo crítico con la política económica del Gobierno pero extraordinariamente moderado en sus críticas, ha sido laminado por el exministro de Sánchez, Escrivá, después de humillrle modificando su informe más importante del año sobre coyuntura económica. Y así, un día después de presentar el informe a la prensa, no un día antes, que el muchacho es elegante, Gavilán dimitió.
Algo está claro: el director del Servicio de Estudios del Banco de España, Ángel Escrivá, el cargo más relevante de la institución, no era socialista y Escrivá sí: pasó de ministro a gobernador
Entonces Escrivá, mal ministro pero peor gobernador, y dotado de mala uva manchega. improvisó el tinglado de la antigua farsa: para justificar su melonada, aprovecha para anular el Servicio de Estudios a lo Marlaska, con el anuncio de un nuevo centro de análisis, con muchos más analistas, seguramente todos ellos serán neoliberales, de los que tanto gustan a Sánchez: no sólo liberales sino incluso neos.
Y para humillar más al elegante disidente Gavilán, el Consejo de Gobierno del Banco de España, presidido por el insigne José Luis Escrivá Belmonte, ha querido aclarar, con comunicado adjunto, que el cese, o dimisión, o marcha, o escape, de Ángel Gavilán de la Dirección del Servicio de Estudios del Banco de España ha sido absolutamente casual. Él, que se quería marchar y se marchó.
Claro, manchego cachondo, como que el Consejo de Gobierno del Banco de España es casi monolítico, casi socialista total... después de que el Sanchismo terminara de romper el pacto no escrito de que al gobernador le nombre el partido en el Gobierno y al subgobernador el primer partido de la oposición.
Con Pedro Sánchez no. Con Sánchez su exministro Escrivá preside el Banco de España y la también socialista Soledad Núñez le secunda como 'vicepresidenta'. Y miren por dónde -¡sorpresa, sorpresa!- el Consejo de Gobierno apoya a Escrivá y deja caer al defenestrado Gavilán.
Lo grave es que al Sanchismo no le basta con controlar: necesita humillar. Y el que se resista es un ultra
Conclusión: Escrivá anula el mejor servicio de estudios económicos existente en España... por ampliación. Por anulación entiendo que pierde su independencia frente al Gobierno y sus críticas a la política económica de Sánchez, que pasarán de mitigadas a inexistentes.
Y ojo, porque estamos ante la gran mentira del Sanchismo: que la economía española va bien. Pues no, la economía española va muy mal y cada día son más los que hurgan en los contenedores de basuras.
Y luego está la cacicada del Banco de España como espejo del control del Estado por parte del frente popular sanchista. Atención: Sánchez ya controla el BDE, la CNMV, la CNMC, el Constitucional, la Fiscalía, RTVE, las redes básicas (Redeia, Enagás, AENA y Telefónica) y el CIS. Y cuando digo controla quiero decir que anula cualquier asomo de independencia en la toma de decisiones, en los reguladores y en los garantes de las infraestructuras básicas del Estado. No me extraña que ahora su dos batallas sea controlar lo que aún no controla de la judicatura y controlar a la prensa: ya controla el oligopolio de editores y ahora necesita desprestigiar dado que no puede controlarlo, el periodismo de Internet. Y saben: los tabloides digitales.
A lo mejor, contra tanto sectarismo, no nos sirve gente tan elegante como Gavilán... aunque la elegancia siempre es aplaudible.
Algo está claro: el director del Servicio de Estudios del Banco de España, Ángel Escrivá, el cargo más relevante de la institución, no era socialista y Escrivá sí: pasó de ministro a gobernador. Pues Escrivá pone a Gavilán en línea de salida y a otra cosa, mariposa.
Lo grave es que al Sanchismo no le basta con controlar: necesita humillar. Y el que se resista es un ultra.