Los bancos españoles están esperando a conocer cómo se concreta el impuesto que quiere imponerles el Gobierno para decidir si lo recurren o no. Todo apunta a que sí lo harán, aunque hacerlo pueda tener un impacto negativo en su imagen corporativa.

Porque el deber fiduciario del banco es defender a los accionistas, “y lo vamos a cumplir”, aseguró este martes José Antonio Álvarez, Ceo del Santander, durante el V Foro de Banca organizado por El Economista y Accenture. Por cierto, un encuentro al que no acudió Onur Genç, consejero delegado del BBVA. Sí estuvieron, además de Álvarez, el Ceo de Caixabank, Gonzalo Gortázar, el del Sabadell, César González-Bueno, y el de Unicaja, Manuel Menéndez, además del director general de servicios Financieros de Accenture, Diego López Abellán.

Pero volvamos al impuesto, que logró el rechazo unánime de los presentes. “Nadie puede decir que no paguemos impuestos”, alegó González-Bueno, que desglosó el argumento: en 2021, el Sabadell pagó un total de 800 millones en impuestos, frente a un beneficio de 530 millones.

Gortázar, por su parte, criticó que la tasa grave los ingresos en lugar de los beneficios. ¿Se imaginan? Reportar pérdidas y al mismo tiempo tener que pagar impuestos. “Tiene poco sentido”, afirmó. En cualquier caso, recordó que “la banca ya tiene una tasa impositiva superior al resto de la economía”.

Sea como fuere, la tasa ya ha tenido impacto en las entidades y ha elevado el coste de capital un 1%, según el sector, no tanto por el impuesto en sí sino por la incertidumbre generada.