La sucursal en España del mayor banco de inversión del mundo, JP Morgan Chase Bank National Association, S.E., perdió 559.393 euros durante el primer trimestre del año, según las cuentas difundidas este viernes por el Banco de España. No es mucho, sin duda, y mejora el resultado de marzo de 2021, cuando perdió 986.942 euros, pero la entidad volvió a caer en el mismo problema: el margen bruto (2,4 millones) fue inferior a los gastos de administración, que alcanzaron los 2,7 millones. Y no, no fue culpa del ex vicepresidente mundial del grupo, Emilio Saracho.

Pero si JP Morgan mejoró, aunque no lo suficiente, respecto 2021, Credit Suisse hizo justo lo contrario y pasó de unos números rojos de 1,87 millones a unas pérdidas de 2,6 millones. Qué lejos quedan los 2,8 millones que ganó en marzo de 2020. Y es que este año, al igual que en 2021, el margen de intereses volvió a ser negativo (-2,9 millones) y el margen bruto de 8 millones no fue suficiente para cubrir los 10,3 millones de gastos de administración.

Está claro que ni JP Morgan ni Credit Suisse pueden estar satisfechos por cómo han comenzado el año en nuestro país, pero también es cierto que el problema no se únicamente de las filiales. Así, el beneficio del grupo norteamericano se redujo un 42% durante el primer trimestre mientras que el grupo suizo perdió 273 millones de francos suizos, unos 263 millones de euros.

Sea como fuere, la banca de inversión, como la de fortunas, tiende a centralizarse en paraísos fiscales como Suiza o Luxemburgo, y mantener pequeñas delegaciones en el resto de países donde puede captar negocio.

Lo que funciona en España, más que la banca de inversión, es la banca doméstica, de particulares, la que atiende a Juan Español.