Los fondos soberanos más importantes del mundo están reunidos esta semana en Madrid. Hablamos de Qatar Investment Authority (QIA), del Abu Dhabi Investment Authority (ADIA), de Mubadala, dueño de Cepsa, de Kuwait Investment Authority (KIA), de China Investment Corporation (CIC) o del Government of Singapore Investment Corporation (GIC), entre otros.

Todos, fondos soberanos que cuentan con activos bajo gestión por valor de 10,5 billones de euros, un 15% más que en 2022, aproximadamente, y eso sin contar con dos actores de primer orden como son el fondo noruego (Norges Bank) y el fondo soberano saudí Public Investment Fund (PIF), el mismo que ha comprado el 10% de Telefónica. Ninguno de los dos forma parte del International Forum of Sovereign Wealth Funds (IFSWF), que cuenta con 30 fondos soberanos y que está celebrando su 15 Asamblea en Madrid.

Pero vamos a lo mollar: los fondos son los grandes protagonistas de la nueva economía, del nuevo capitalismo que impera en el mundo. Sus dos principales características los retratan: son totalmente opacos y, a diferencia de los bancos, están exentos de regulación. Por ejemplo, no tienen que cumplir los requerimientos de recursos propios, como sí hacen los bancos. No en vano, se les llama la ‘banca en la sombra’. Si son soberanos, o sea, politicos, aún más opacos.

Dicho todo esto, lo que nunca se destaca es que estos grandes fondos actúan como instrumentos del Nuevo Orden Mundial (NOM). Por ejemplo, para instaurar la religión climática y la sostenibilidad. Por eso, ha sorprendido el plantón de Pedro Sánchez a los fondos soberanos reunidos en Madrid, como publica Vozpopuli. Efectivamente, Sánchez es uno de los alumnos más aventajados del NOM y amigo de Alex Soros, hijo de George, uno de los peores ciudadanos del planeta. La vicepresidenta tercera y ministra de Transición Energética, Teresa Ribera, también les dio plantón y sustituyó su participación en una mesa redonda por declaraciones a las agencias de información, en una visita de apenas diez minutos, como explica el citado medio. La que sí acudió fue Nadia Calviño, aspirante a presidenta del Banco Europeo de Inversiones (BEI).

Por cierto, otra ausencia llamativa ha sido la del presidente de Telefónica, José María Álvarez-Pallete, aunque, como hemos explicado antes, el nuevo accionista de la teleco, el fondo PIF, no forma parte del IFSWF... aunque es estatal, gubernamental... donde manda un tal Bin Salman.