Airbus recibe castigo bursátil (su cotización cae un 2,52%), tras dar a conocer sus resultados de los nueve primeros meses. A pesar de crecer en ingresos y empleos, el beneficio neto baja y hay nuevas provisiones; eso sí, ahora no por el avión de transporte militar A400M, que tanto utilizó injustamente para fastidiar a España, sino por programas de satélites.

Es cierto que al gigante aeronáutico europeo le sigue yendo mejor que a su rival, el estadounidense Boeing, que aún sigue reduciendo pérdidas. Ambos han logrado aumentar ingresos, pero con diferencias: el primero un 12%, a 42.560 millones de euros; y el segundo un 20%, a 53.679 millones. En esto contribuye la buena evolución en entregas y pedidos, por la “fuerte” demanda de aviones comerciales que destaca el CEO de Airbus, el francés Guillaume Faury, dentro de la crisis de oferta que vive el sector aéreo. De hecho, hasta septiembre, acumula unas entregas de 488 aviones comerciales (+18%), 197 helicópteros y 4 A400M; así como unos pedidos netos de 1.241 aviones comerciales (+92%), 191 helicópteros (-22%) y otros valorados en 8.469 millones (+6%) en la división de Defensa y Espacio. A estos pedidos hay que sumar, entre otros, el reciente encargo de la aerolínea taiwanesa Eva Air (30 aviones por un importe superior a los 10.000 millones). Además, ha aumentado la plantilla un 8%, pasando de 134.267 a 145.511,... incluyendo a España, donde anunció la contratación de 1.000 personas este año, tras haber hecho anteriormente despidos y el cierre de la planta de Puerto Real. 

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Sin embargo, en beneficio neto y operativo (ebit), la balanza se decanta a favor de Airbus. El ebit ajustado ha ascendido a 3.631 millones (+4%), pese a que en el tercer trimestre ha crecido por debajo de lo esperado por los analistas, según han destacado los analistas del Banco Sabadell, debido al negocio de Defensa y Espacio, en concreto a unas provisiones asociadas al desarrollo de algunos programas de satélites. Eso sí, en el negocio de aviones comerciales el ebit trimestral ha superado lo esperado y los analistas confían en que cumplirá las previsiones anuales, aunque Faury ha avisado que seguirán encontrando dificultades en su cadena de suministro. Por su parte, el beneficio neto en los nueve primeros meses ha descendido un 9%, a 2.332 millones. Y ojo, porque el flujo de caja libre se ha desplomado un 71%, a 718 millones. 

Paralelamente, cabe destacar que ha habido algo de polémica en torno al futuro avión de combate europeo (el FCAS) que desarrollan Alemania, Francia y España porque el diario británico The Times ha publicado que Alemania estaba contemplando abandonar este programa por su lentitud para unirse al programa Tempest que lidera Reino Unido y en el que participa Italia. Por ahora, el tema se ha quedado en nada porque Alemania ha descartado ese supuesto abandono del FCAS... algo positivo y más ahora que hay paz entre el Gobierno español y Airbus (recuerden que este último se cabreó mucho con la elección de Indra como coordinador nacional del FCAS, un puesto que Airbus ya ocupa en Alemania y que en Francia tiene Dassault). Además, parece que hay más muestras de que la crisis diplomática entre España y Argelia se suaviza: tras el envío de un nuevo embajador, ahora España enseña la versión modernizada del carguero militar C-295 al ejército argelino, según informa El Español.