AENA está en la cuerda floja y sigue sin despegar, pues ha tenido unas pérdidas de 346,4 millones en el primer semestre, lo que supone más del doble de los números rojos de hace un año (-170,7 millones). Eso sí, los ingresos ya sólo bajan un 22,4%, frente al derrumbe del 55% que tuvieron entre enero y marzo, mientras la cifra de pasajeros totales se sitúa en 32,9 millones (-34,8%) y ya se ha recuperado el 20,5% del tráfico que tenía en el primer semestre de 2019.

El gestor aeroportuario que preside el socialista catalán Maurici Lucena sube en bolsa casi un 2%, tres veces más que el Ibex, antes del mediodía, probablemente porque la mayor parte de los números rojos se deben al primer trimestre (-241,2 millones) y ya se conocían. Claro que también puede haber contribuido la recuperación de parte del tráfico aéreo. Eso sí, a las dos del mediodía, el entusiasmo se ha relajado a un alza del 0,74%. 

Ojo, la deuda financiera sube y el Ebitda baja... así el ratio de deuda neta sobre Ebitda se ha disparado desde el 8,1% de finales de 2020 al 14

Los ingresos totales se han situado en 862,9 millones (-22,4%) en el primer semestre. De estos, 366,6 millones (-34,2%) han correspondido al negocio aeronáutico; 396,9 millones (-13,6%), al comercial, que sorprendentemente y por culpa del Covid ha superado al principal -el aeronáutico-; 57,4 millones (-13,7%), al internacional; y 43,1 millones (+40%), al de servicios inmobiliarios, que ha sido el único que ha experimentado crecimientos.

Por su parte, el Ebitda ha pasado ha terreno negativo, situándose en -58,2 millones, frente a los 211,4 millones positivos de hace un año, y el margen ha sido del -6,7%. La deuda financiera neta ha aumentado, pasando de los 6.540 millones del cierre de 2020 a 7.088 millones, y ojo, porque como el Ebitda de los últimos doce meses ha bajado de 809,3 millones a 506,5 millones, el ratio de deuda neta sobre Ebitda se ha disparado desde 8,1 veces a 14 veces. 

AENA ha referido el mejor comportamiento de la demanda y la oferta de las compañías aéreas desde mayo por el avance de la vacunación. Pero no lanza las campanas al vuelo, sino que prefiere la prudencia, porque la aparición de nuevas variantes del virus está condicionando la flexibilización de las restricciones y no permite precisar “en qué momento y con qué intensidad se producirá la recuperación del tráfico”.