Acerinox ha comunicado hoy al mercado sus principales cifras de negocio al cierre del tercer trimestre del año. La compañía ha logrado que su facturación aumente un 9% en los nueve primeros meses del año, llegando a los 4.473 millones de euros. 

Sin embargo, el gigante siderúrgico registró un beneficio atribuido de 7 millones de euros en los nueve primeros meses del año, lo que supone un 96% menos que las ganancias de 162 millones de euros del mismo periodo de 2024, debido a que en los tres primeros trimestres de 2025 fueron marcados por la incertidumbre, tras dos años consecutivos de una "significativa" contracción de la demanda aparente. El fabricante de acero ha explicado que el sector se mantiene en niveles bajos: "con una recuperación mucho más lenta de lo inicialmente proyectado".

En línea, el resultado bruto de explotación (Ebitda) alcanzó los 321 millones de euros entre enero y septiembre, un 8% menos que en el mismo periodo del año pasado. En el tercer trimestre, el Ebitda del grupo fue de 108 millones de euros, un 4% inferior al del segundo trimestre.

Su consejero delegado, Bernardo Velázquez, ha advertido de que los precios en el mercado europeo continúan "muy afectados" por el elevado volumen de importaciones. En este contexto, la compañía ha valorado de forma positiva la reciente propuesta de medidas de defensa comercial de la Unión Europea (UE), orientadas a proteger la industria del acero frente a la competencia "desleal" y la sobrecapacidad existente a nivel global. También ha señalado que la aplicación de estas iniciativas repercutirá positivamente en los resultados de Acerinox y del conjunto del sector siderúrgico.

Además, ha destacado que las disposiciones impulsadas por la Comisión Europea responden a las demandas de la industria y refuerzan la importancia del sector siderúrgico para salvaguardar la autonomía estratégica y garantizar el empleo de calidad. "Instamos a la UE a que apruebe estas medidas lo antes posible", ha añadido.

Con estas declaraciones Velázquez se mantiene firme en la idea que lleva sosteniendo en los últimos meses: jugar con las mismas reglas del juego. El CEO de Acerinox lo ha repetido en todas sus intervenciones, Europa debe actuar ante los aranceles de Trump, usando también aranceles con los que vienen de fuera. 

Velázquez también se ha pronunciado sobre su otra apuesta firme: el futuro de la empresa está en Estados Unidos. "Aunque la demanda sigue siendo débil en ambos mercados, la situación de Estados Unidos es sensiblemente mejor a la europea por las medidas de defensa comercial que se establecieron durante el 2º trimestre, que han repercutido en una menor presión importadora".

Acerinox se hizo con Haynes International, fabricante y comercializador estadounidense de aleaciones tecnológicamente avanzadas de alto rendimiento para sectores claves como la aviación o petróleo y gas, y ahí es hacia donde se dirige la compañía: Estados Unidos. 

"También somos optimistas en la mejora de las condiciones del mercado europeo una vez se ponga en marcha el nuevo mecanismo de ajuste en frontera (CBAM) a partir del 1 de enero de 2026. Estas acciones contribuirán decididamente al desarrollo del plan estratégico de Acerinox, que continúa avanzando según lo previsto, destacando la integración de Haynes y las nuevas inversiones como parte fundamental de este proceso".

Lo que aún no está del todo claro es el futuro que tendrá en esa integración la planta que Acerinox tiene en el sur de España. Hablamos de la planta del Campo de Gibraltar, Palmones (Los Barrios, Cádiz). Recordemos estuvo tiempo parada por una huelga indefinida. El motivo: la oposición a los ERTE anunciados por la compañía, además de la exigencia de un aumento salarial. Todo apuntaba a que el acuerdo para poner fin al paro iba a solventar los problemas, pero nada más lejos de la realidad. Las miradas siguen sobre la planta que parece vivir una falsa calma: si las cosas no mejoran, el cierre sigue sobre la mesa.