Los salarios de Abanca son conocidos por ser de los más bajos del sector, aunque no todos sus empleados lo sufren de igual manera. Los peor parados son, eso sí, los trabajadores de las antiguas cajas gallegas (Caixa Galicia y Caixanova) fusionadas en diciembre de 2010 para formar NovaCaixaGalicia, posteriormente NCG Banco.

La situación es llamativa, principalmente en los empleos de menor rango que apenas han visto modificada su nómina en los últimos diez años, salvo por el aumento de algo más del 4% acordado en 2023 y que en ningún caso permitió paliar los efectos de la inflación.

Pero el problema no se circunscribe a unos trabajos determinados, sino a todo el personal de las antiguas cajas que, además de comprobar que su nómina no les permite llegar a fin de mes, ven con estupor que en la entidad no se cumple aquello de ‘misma función, mismo sueldo’, porque Abanca ha reforzado algunas posiciones a golpe de talonario, con sueldos y variables que en algunos casos superan en un 50% a los de los empleados de toda la vida.

No sólo eso, las últimas adquisiciones -Targobank, Novo Banco, Bakoa, etc.- han acentuado estas diferencias porque, lejos de homologar los salarios, la entidad de Juan Carlos Escotet ha mantenido los sueldos bajos en Abanca frente a los más elevados de las entidades absorbidas. El ambiente dentro del banco, como se pueden imaginar, no es bueno y hay división: los que cobran muy poco frente a los que llegaron después, a golpe de talonario o por la adquisición de su entidad.

En este contexto se enmarca la huelga convocada para el próximo 11 de enero por los sindicatos ASCA y CIG, en Galicia. “El Convenio recortó duramente los salarios (el periodo 2010-2023 el IPC subió un 27,1% y los salarios de convenio un 5,1%). No movilizarnos nos ha salido más caro que ir a una huelga”, afirman los sindicatos en un comunicado.

Por cierto, ni UGT ni CCOO, los dos sindicatos mayoritarios, se han sumado a la convocatoria. Este último, además, le ha afeado al resto su poca solidaridad. “Si bien nuestra sección sindical nunca ha rehuido del conflicto, como ya demostramos con nuestras concentraciones entre diciembre de 2022 y enero de 2023 en las cuales no obtuvimos apoyo del resto de secciones sindicales”, se queja CCOO en un comunicado interno.

A todo esto, conviene recordar que Escotet adquirió Novagalicia Banco… con dinero del propio banco. “Hay que saber comprar”, aseguró el banquero en mayo de 2023, y tiene toda la razón. Porque él se hizo con la entidad -diciembre de 2013- sin presentar la mejor oferta al Frob (1.003 millones de euros) y con unas condiciones muy ventajosas, por ejemplo, el pago en cómodos plazos, hasta 2018, que le permitió comprar como hemos dicho antes: con dinero del propio banco. Eso sí, nada de eso hubiera sido posible sin el apoyo de un tal Alberto Núñez Feijóo, entonces presidente de la Xunta, que se enfrentó al entonces ministro de Economía, Luis de Guindos, partidario de entregar la entidad nacionalizada a Caixabank, que también pujaba por ella.

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