"Comencemos preguntándonos qué necesidades tenemos que prever y diseñemos un plan para poderlas satisfacer en el futuro"
Luis Aramburu nació en Santander, ciudad en la espera jubilarse. Este agente financiero de Andbank, ocupación que, explica, la ha proporcionado “independencia”, lleva más de 30 años navegando los mercados financieros, afrontando crisis “y viendo que el largo plazo y la tranquilidad son las mejores recetas para tener éxito en la inversión”.
Llega al mundo de la gestión de activos y la banca privada por pura casualidad. “En mis orígenes toda mi experiencia estaba ligada a la empresa, como auditor y consultor”.
Aramburu me contaba al preparar esta entrevista que uno de las cosas que más le gusta de su trabajo es la relación con sus clientes “porque gracias a ellos puedo desarrollar mi trabajo tal como creo que debe hacerse”.
Es más, les cuenta dónde invierte su propio dinero porque siempre trata de aplicar la máxima transparencia.
Se lamenta de que desafortunadamente, “muchas personas dedican más tiempo a elegir sus vacaciones o el modelo de coche que se van a comprar que a cuidar y proteger sus ahorros” y recomiendan que ante el coctel explosivo: guerra, inflación, tipos de interés…lo mejor para capear el temporal es mantener “la tranquilidad y el rumbo previamente establecido, realizando pequeños ajustes para adaptarnos a la situación del mercado, pero sin modificaciones sustanciales”.
-En dos párrafos, por favor. ¿Quién es Luis Aramburu?
Soy agente financiero de Andbank en Santander, con más de 30 años de experiencia navegando los mercados financieros, afrontando crisis y viendo que el largo plazo y la tranquilidad son las mejores recetas para tener éxito en la inversión.
Me gusta mi trabajo, sigo teniendo ilusión, ganas de aprender y de mejorar. Mis aficiones son navegar, pasear y leer.
-¿Dónde nace y dónde vive en estos momentos?
Nací en Santander, trabajé inicialmente en el Pais Vasco y Asturias y desde principio de los 90 volví a trabajar en Santander, donde vivo y donde espero jubilarme.
Los bancos centrales tienen que ganar credibilidad en su lucha contra la inflación
-La mejor etapa de su trayectoria profesional ha sido….
La que estoy viviendo en la actualidad, con independencia para actuar, con una experiencia acumulada, ya de muchos años y con la confianza de mis clientes.
-¿Cómo llega al mundo de la gestión de activos y la banca privada?
Por pura casualidad, en mis orígenes toda mi experiencia estaba ligada a la empresa, como auditor y consultor. Una entidad financiera me ofreció montar su departamento de empresas, pero problemas internos les impidieron contratarme y como yo había dejado la anterior, me ofrecieron incorporarme en la gestora de fondos de inversión.
-¿Cuál es la diferencia entre empleado (lo que era anteriormente) y agente financiero, que es el trabajo que usted realiza actualmente?
La independencia; como empleado es muy difícil seguir tus propios criterios a la hora de trabajar y prácticamente imposible sustraerte a la presión de los objetivos comerciales de tu empresa.
-Me contaba al preparar esta entrevista que uno de las cosas que más le gusta de su trabajo es la relación con sus clientes…..
Es que gracias a ellos puedo desarrollar mi trabajo tal como creo que debe hacerse. La confianza que demuestran al dejar en nuestras manos algo tan importante como su dinero, es, por un lado, una gran responsabilidad, pero, por otra parte, nos hace establecer con ellos unos vínculos que trascienden la relación profesional.
-¿Les cuenta dónde invierte su propio dinero?
Siempre trato de aplicar la máxima transparencia y creo que enseñar como invierto yo mi dinero es la mejor manera de demostrar a mis clientes que ellos invierten en lo que yo creo que es lo mejor, también para mí.
-Y hemos comentado asuntos muy interesantes que me gustaría compartir con los lectores. Por ejemplo, ¿es esencial preguntarse para qué invierto y en qué?
Como inversores, es mucho más importante preguntarnos qué necesidad futura queremos satisfacer con nuestro ahorro que en qué producto debo invertir.
Poder ahorrar es, en la inmensa mayoría de los casos, un problema de enfoque
Por tanto, comencemos preguntándonos que necesidades tenemos que prever y diseñemos un plan para poderlas satisfacer en el futuro. Una persona puede tener, entre otras necesidades, la de contar con un remanente de liquidez a corto plazo, financiar la educación de sus hijos, adquirir una vivienda, mantener un determinado nivel de vida después de su jubilación, o prever situaciones de dependencia.
Cada una de ellas tendrá unos plazos en los que habrá que cumplirlas y por tanto deberemos establecer estrategias diferentes y, lo que es más importante, mantenernos fieles a las mismas.
El en qué invierto es la consecuencia del para qué. Un producto o temática nunca debe ser la finalidad de la inversión sino la herramienta que se utilice para lograr unos objetivos.
-¿Cuánto tiempo debemos dedicar a decidir el destino de nuestras inversiones?
Es importante que los inversores se preocupen y se involucren en la gestión de su patrimonio.
Desafortunadamente, muchas personas dedican más tiempo a elegir el destino de sus vacaciones anuales o el modelo de coche que se van a comprar que a cuidar y proteger sus ahorros.
Esto es, probablemente, porque tanto las vacaciones como la compra del coche son aspectos que nos ilusionan mientras que elegir el destino de nuestro dinero es un tema que preocupa y que, muchas veces, tratamos de solucionar a toda velocidad, cometiendo errores que acaban haciéndonos perder una parte importante de nuestro patrimonio.
-En España, la falta de cultura financiera ¿es preocupante?
Claramente si; creo que hay una gran carencia de educación financiera en nuestra sociedad; nos enseñan a ganar dinero, pero nadie nos explica cómo cuidarlo y hacerlo crecer.
-Usted asegura que hay vida más allá de lo que nos ofrecen tradicionalmente nuestras Entidades Financieras
Sin lugar a dudas, la apertura de los mercados ha puesto a disposición de cualquier inversor, productos a los que, hasta hace unos años, sólo podían acceder grandes patrimonios.
Ahora bien, muchas entidades financieras no ofrecen esos productos a sus clientes ya que piensan más en sus márgenes que en prestar el mejor servicio a sus clientes.
Son los inversores los que deben exigir no un producto sino el mejor producto existente.
El sistema de bienestar en España está recibiendo una presión que va a hacer imposible mantenerlo a largo plazo
A nosotros, como agentes financieros, nos interesa que los inversores estén formados, ya que cuanto mayor conocimiento tengan, más podrán valorar los productos y servicios que les ofrecemos.
-2022 ¿está siendo uno de los años más complicados para la gestión de activos?
Por desgracia, si, sobre todo por el hecho de que este año, prácticamente todos los activos lo están haciendo mal. Activos que normalmente suben cuando la renta variable cae, como son el oro y la renta fija, también están perdiendo, está última con caídas, en algunos casos superiores al 15%, haciendo que este año no exista puerto seguro donde refugiarse.
-¿Cuáles son las claves para que una inversión tenga éxito?
En primer lugar, tener clara la necesidad que queremos cubrir, establecer el rumbo para poder alcanzar esos objetivos, contar con carteras correctamente diversificadas, un horizonte de inversión suficientemente largo y un alto nivel de paciencia para aguantar las fluctuaciones de los mercados financieros.
-Luis Aramburu asegura que teniendo en cuenta la evolución histórica de los mercados financieros, a partir de un plazo de 10 años, sea cual sea la época que nos haya tocado vivir, es prácticamente imposible perder dinero
Si, siempre que hayamos realizado una correcta diversificación, tanto a nivel geográfico como sectorial y por tipología de activos.
-Y si tenemos claro que, a largo plazo, los mercados financieros son rentables, ¿cuál es el principal problema que podemos tener?
La respuesta es, la falta de paciencia. Cuando los mercados corrigen es muy difícil sustraerse a la cascada de noticias negativas con las que somos bombardeados de manera permanente y es muy fácil tomar decisiones apresuradas, como si nuestro horizonte temporal fuera inminente y hacernos perder totalmente la perspectiva de para qué estamos invirtiendo.
La mejor receta para perder dinero es invertir a largo plazo, pero comportarnos como si lo necesitáramos a corto.
Cuando los mercados corrigen es muy difícil sustraerse a la cascada de noticias negativas
-Me contaba que estamos ante la primera generación que va a vivir peor que sus padres y que la solución es el ahorro…
En mi opinión, el sistema de bienestar en España está recibiendo una presión que va a hacer imposible mantenerlo a largo plazo con el mismo nivel que se está disfrutando en la actualidad.
Entre otros factores, el aumento de la esperanza de vida provoca unas tensiones tanto sobre el sistema sanitario como sobre el de pensiones que va a hacer que los futuros pensionistas tengan que tener ahorros para mantener su estándar de vida.
-Pero, con los sueldos actuales, y la inflación desbocada, ¿quién puede ahorrar?
Creo que, si se considera el ahorro como un gasto más, prácticamente todo el mundo tiene capacidad para ahorrar, cada uno en la medida de sus posibilidades.
El problema es que muchas personas entienden el ahorro como lo que queda después de pagar tanto los gastos obligatorios como aquellos otros que podríamos denominar gastos superfluos y considerándolo así, es mucho más difícil ahorrar.
Poder ahorrar es, en la inmensa mayoría de los casos, un problema de enfoque.
-Distinguir quien le dice la verdad y quien utiliza palabras como confianza, seriedad, profesionalidad…como reclamo comercial es prácticamente imposible ¿no?
Este es el gran problema con el que nos encontramos muchos agentes financieros a la hora de captar nuevos inversores, el que hay una serie de palabras, como las que usted ha dicho, que se usan de forma masiva por todo el mundo, sean o no ciertas y eso hace que pierdan todo su valor.
A nosotros, como agentes financieros, nos interesa que los inversores estén formados
Por eso es tan importante para nosotros tener clientes satisfechos ya que son ellos los que, al no tener ningún vínculo con nosotros, nos pueden referenciar ante nuevos inversores y dar credibilidad a esas palabras.
-Una frase suya que me llama la atención: “Ustedes como inversores tendrán siempre las mismas necesidades, cuando su gestor les llame cada trimestre para ofrecerles un producto diferente, desconfíen, está pensando en sus propias necesidades”
Es evidente que nuestras necesidades como inversores, si hemos realizado correctamente el trabajo previo de conocer para que invertimos, no van a cambiar de forma sustancial de un día para otro, con lo que cualquier enfoque hacia la venta del producto de temporada es un indicador de que no se está buscando nuestra satisfacción.
Tenemos que entender que la presión de objetivos hace que muchas veces las recomendaciones que recibimos no sean independientes ni enfocadas en nuestros objetivos.
-Guerra, inflación, tipos de interés…un coctel explosivo. ¿Cómo capear el temporal?
Manteniendo la tranquilidad y el rumbo previamente establecido, realizando pequeños ajustes para adaptarnos a la situación del mercado, pero sin modificaciones sustanciales.
Y si tenemos liquidez, aprovechar estas caídas para tomar posiciones en renta variable con un horizonte de medio plazo.
-Para esta situación ¿hay algún activo refugio?
Solamente activos monetarios, aunque, en mi opinión sólo son aconsejables para plazos de inversión muy cortos.
El problema de tratar de buscar refugio en momentos como este es que podemos perder el foco de para que estamos invirtiendo y hace que nos salgamos tarde y sobre todo, dada la anticipación con la que funcionan estos mercados, suele hacer que nos perdamos una parte importante de las subidas.
Nos enseñan a ganar dinero, pero nadie nos explica cómo cuidarlo y hacerlo crecer
-Subidas de tipos agresivas por parte de la FED y del BCE que ¿nos van a asfixiar?
Creo que lo que se produce es una normalización de los tipos de interés, los cuales llevan años manteniéndose artificialmente bajos. No tiene racionalidad alguna lo que se producía hace unos meses y era que los gobiernos se financiaban a tipos negativos, es decir, cuanto más se endeudaban más dinero ganaban.
Los bancos centrales tienen que ganar credibilidad en su lucha contra la inflación y eso les lleva a subir tipos de forma agresiva hasta que esta se controle.
Lo que no debemos olvidar es que las subidas de tipos tardan un tiempo en producir sus efectos sobre el crecimiento. Esperemos que los bancos centrales tengan algo de paciencia y no se equivoquen y los suban en exceso.
-No sé si quiere responder, pero ¿cómo estaremos a finales de año? ¿Nos va a tocar sufrir mucho?
No tengo ningún problema en responder, aunque la impredecibilidad de la situación, especialmente en lo relacionado con la invasión de Ucrania, hace que esta opinión pueda no tener ningún valor.
En mi opinión, aunque todavía nos queda volatilidad, estamos cerca de los mínimos. Los precios actuales creo que han recogido ya un escenario bastante malo.
Espero que, para finales de año, la inflación ya esté más controlada, aunque alta todavía y eso produzca una cierta recuperación en los sectores más castigados del año.