Volvo ha cerrado 2020 con menos beneficio, ventas y empleados por la pandemia del coronavirus, que provocó “retos sin precedentes en tiempos modernos” y variaciones “dramáticas” de la demanda… Sin embargo, repartirá un dividendo de 1,5 euros en dos tandas.

El grupo sueco fabricante de camiones, autobuses y maquinaria pesada tiene desde hace unos años a la empresa automotriz china Geely Automobile, que también es dueña del 100% de Volvo Cars (fabricante de coches que los suecos vendieron a Ford en 1999 y que después Geely compró al 100% en 2010). Su beneficio ha sido de 1.979 millones de euros (-45%), el beneficio operativo ha sido de 2.709 millones (-45%) y las ventas netas se han situado en 33.358 millones (-22%). Y los descensos también han llegado a la plantilla, que ha cerrado en 96.194 personas, 7.791 menos que hace un año por los despidos que ha provocado la crisis.

Los pedidos de camiones (su principal división) han bajado un 14%, hasta 208.505 unidades, y las entregas han bajado un 28%, a 166.841. Asimismo, el grupo sueco ha anunciado que va a crear Volvo Energy, una división para reforzarse en electrificación y baterías.

Volvo ha destacado su posición financiera sólida, pues acabó 2020 con 7.392 millones en efectivo. Eso sí, ha señalado que “la situación en la cadena de suministro es tensa en muchas áreas y habrá alteraciones en la producción y aumento de costes. Hay una carencia global de semiconductores en las industrias”, por lo que deberán adaptar su producción en el primer trimestre”. Por su parte, Volvo Cars parece que ha empezado bien el año, porque en enero ha tenido 59.588 matriculaciones, un 30,2% más.