El lehendaki Urkullu y el president Torra, reunidos este miércoles en Ajuria Enea, han mostrado sus sintonías, el referéndum -tanto en Euskadi como en Cataluña-, y sus diferencias, porque para el vasco debe celebrarse de forma “legal y acordada”, mientras el independentismo catalán, con Torra al frente, sigue adelante con su deriva.

También han coincidido en la situación de los presos, en cárcel preventiva, algo que “no tiene ningún sentido ni humanitario ni político” para Urkullu. Ahora bien, ha pedido su libertad en el marco de un horizonte más amplio en el que es preferible sumar fuerzas para configurar la “realidad plurinacional” y “aprovechar la mayoría que aguanta el Gobierno del PSOE”.

Torra se ha limitado a respetar los caminos distintos que elijan vascos y catalanes para conseguir «más libertad»

El president se ha limitado a respetar los caminos distintos que elijan vascos y catalanes para conseguir “más libertad”, pero precisando, que en el caso catalán es “para lograr la independencia”. Esa es la razón del ser del proceso en el que se han embarcado.

Son diferencias de fondo, por tanto, sobre el “derecho a decidir” o la autodeterminación, que se remontan al desafío final planteado por Puigdemont en los días previos y posteriores al 1-O. Para Torra, en fin, se trata de distintos ritmos.

El president, de hecho, ha vuelto a repetir lo que ya ha dicho a Sánchez: que no le vale la promesa de reforma del Estatut, ya desfasado (le recuerda, ha dicho, al “apoyaré" de Zapatero). La única salida que tiene Sánchez, ha insistido, es lograr el “consenso entre catalanes para resolver democráticamente el ejercicio de la autodeterminación”. Para Urkullu, en cambio, la autodeterminación no es sí o sí a la independencia.