Unilever ha sacado tajada del coronavirus, pues ha logrado un beneficio neto de 3.284 millones de euros en el primer semestre, lo que supone un 9,3% más que hace un año. Un aumento que cuesta ver en los resultados empresariales que se van conociendo estos días y que se debe a que se dedica a productos de alimentación y bebidas, cuidado personal (o sea, belleza) y cuidado del hogar. Eso sí, en España le gusta vender pero no tanto producir -como a Nissan-: sólo lo hace en la fábrica de Leioa (Vizcaya), donde elabora salsas, y tiene oficinas en Viladecans (Barcelona).

La multinacional anglo-holandesa ha logrado una cifra de negocio de 25.714 millones (-1,6%) hasta junio: la división de belleza ha aportado 10.610 millones (-1%); la de alimentación y bebidas, 9.776 millones (-2,2%); y la de cuidado del hogar, 5.328 millones (-1,5%). Claro que Unilever ha registrado un impacto positivo del acopio de existencias en los hogares en marzo en América del Norte y Europa: como las personas han pasado más tiempo en sus casas ha prestado menos atención al cuidado personal, excepto para los productos de higiene, y ha consumido más alimentos, helados y té; además, ha crecido a doble dígito la demanda de productos de higiene de manos y hogar para hacer frente a la propagación de la Covid-19.

Unilever es propietarias de conocidas marcas, como Frigo, Calvé, Knorr, Hellmanns, Maizena, Dove, Axe, Rexona, Pond's, Skip o Mimosin, entre otras muchas.