El acceso a la cuenta de la vacuna rusa contra el coronavirus Sputnik V en Twitter fue restringida por causas aún desconocidas el pasado jueves 14 de enero, según anunció el Fondo de Inversión Directa de Rusia (RFPI, por sus siglas en ruso), recoge Actualidad RT.

"La cuenta de Sputnik V @spitnikvaccine ha sido restringida. Estamos investigando las razones de ello", señaló el RFPI.  "A través de Twitter, hemos compartido toda la información y hemos sido abiertos y transparentes sobre cómo funciona la vacuna. A través de Twitter, hemos ofrecido a AstraZeneca el uso de uno de los componentes de Sputnik V y hemos acordado ensayos clínicos conjuntos", declaró el fondo, al tiempo que pidió a sus seguidores que escriban a la red social para que restablezca el acceso a la cuenta.

Tras la limitación temporal, el acceso volvió a la normalidad. "Twitter restauró el acceso a la cuenta @sputnikvaccine y explicó que restringieron la cuenta debido a una posible brecha de seguridad desde Virginia, EE.UU.", reza un tuit publicado en dicha cuenta.

A través de Twitter, hemos ofrecido a AstraZeneca el uso de uno de los componentes de Sputnik V y hemos acordado ensayos clínicos conjuntos

No deja de resultar curiosa la noticia de la restricción temporal de la vacuna rusa Sputnik V por parte de Twitter en un momento en que Joe Biden, con preferencias por los chinos antes que por los rusos, llega a la Casa Blanca.

Y, hablando de vacunas, las autoridades sanitarias de Noruega han abierto una investigación para conocer las causas del fallecimiento de 23 mayores tras haber recibido la vacuna de Pfizer contra el coronavirus. Como consecuencia de estos decesos, se les ha pedido a los médicos del país nórdico que evalúen de forma más exhaustiva a los pacientes de mayor edad y más vulnerables, los primeros en el orden de prioridad para vacunarse, según ha informado el British Medical Journal y recoge 20 Minutos.

Según ha indicado Steinar Madsen, director médico de la Agencia Noruega de Medicamentos (NOMA), "puede ser una coincidencia, pero no estamos seguros". En palabras de Madsen, "no existe una conexión segura entre estas muertes y la vacuna".