La Secretaría de Estado de EE.UU. ha realizado su informe sobre los derechos humanos en el mundo. Asegura que en España sí se respetan los derechos humanos pero achaca al Gobierno que ataque a la prensa, en clara referencia al vicepresidente Pablo Iglesias y sus insultos a los medios informativos, aunque hay que reconocer que sólo a la mayoría. Bueno, eso hasta el martes.

De inmediato, la vicepresidenta primera, Carmen Calvo, ha dicho que Estados Unidos no es quien para juzgar a España -en eso tiene razón- y mucho menos el presidente Trump. Pues no, señora, porque el nuevo secretario de Estado de Biden, Antony Blinken podía haber modificado el informe o, antes que eso, trasmitirlo de forma distinta.

Lo que Moncloa se niega a aceptar es que Trump despreciaba a Sánchez… Biden también.