“La boca que miente da muerte al alma”, asegura el Libro de la Sabiduría. Lo cierto es que los ministros Fernando Marlaska (Interior) y José Luis Ábalos (Transportes) no han sido capaces de reconocer algo tan sencillo como esto: el tormentón nos ha pillado en fuera de juego y pedimos disculpas a aquellos ciudadanos que han sufrido las consecuencias.

No sé por qué se han empeñado en quedarse con el trasero al aire o presumir de aquello que asegura Lucano: “Con el cielo se cubre quien no tiene tumba”.

Lucano no lo traduciría de esta guisa, pero viene al pelo: que digo que a Marlaska y a Ábalos se les han visto las vergüenzas.

Ábalos asegura que, tras el coronavirus, tenemos “interiorizado” el quedarnos en casa con el coronavirus, así que no nos importará quedarnos más días por la nieve

Lo cierto es que las previsiones meteorológicas han fallado, que la nevada ha sido mayor de la esperada y que, sobre todo Madrid, ha quedado abandonado, con miles de personas que han tenido que pasar la noche dentro del coche, en una carretera, o bien han tenido que dejar el coche en medio de esa carretera y buscar refugio por sus propios medios.

Y encima, la principal víctima ha sido Madrid. Marlaska, más mentiroso y más soberbio que Ábalos -y la competición resulta compleja-, aseguraba que había que “focalizar la voluntad de trabajar todos coordinadamente”. ¿Y eso qué significa, ministro Marlaska? Pues significa que si la gente protesta, la culpa es de cualquiera menos del Gobierno. Por ejemplo, la culpa es de la gente que es muy poco imprudente.

Y conste que no pasaría nada si hubieran salido a decir que el temporal les había dejado en fuera de juego: eso sí lo habría entendido la gente

Y como él ha cogido el gusto al redicho verbo ‘focalizar’, Marlaska concluye de esta guisa: “no focalicemos las cosas en Madrid, porque somos un país”. ¿Y qué? Si resulta que la mayoría de la gente afectada por el vendaval son los 6,7 millones de madrileños, pues habrá que… focalizar las ayudas en Madrid, aunque se enfade Gabriel Rufián.

Vamos que el Gobierno considera que lo ha hecho muy bien porque el temporal ha sido tremendo, “histórico”, adjetivo que ya empieza a despertar el choteo del español medio. Porque, con el Sanchismo, todo es histórico, hasta los vendavales.

Marlaska, Ábalos: nadie os puede exigir eficacia total frente a una nevada de grandes proporciones que ha sorprendido a todos… pero sí menos altanería y menos embustes… “como no podía ser de otro modo”, otro de los latiguillos preferidos por los ministros socio-podemitas.

Al final, el responsable de nuestra movilidad asegura que “lo hemos afrontado con más rigor que en otras ocasiones”. Para entendernos, que lo han hecho muy bien.

Moncloa vuelve a manipular las ruedas de prensa a distancia

Además, el propio Ábalos asegura que, tras el coronavirus, los españoles ya tenemos “interiorizado” el quedarnos en casa, así que no nos importará quedarnos más días en casa.

Y lo más curioso, es que nada hubiera pasado si ambos ministros hubieran salido a escena con un mensaje muy simple: el temporal ha sido de tal magnitud que nos ha dejado en fuera de juego. Eso sí lo habría entendido la gente. La mentira y la arrogancia también se entienden, pero cabrean un poquito.

Por cierto, en las ruedas de prensa telemáticas, Moncloa ha vuelto al WhatsApp pero ha reducido el número de preguntas y ha negado la palabra a los medios que no forman parte del lobby oficial. Es decir, a los medios tradicionales. Y encima, como la mayoría de las preguntas se formulan antes de que los ministros terminen sus largos parlamentos introductorios, se consigue que ambos, Ábalos y Marlaska, muestren su mala crianza asegurando aquello de que “como ya he explicado antes”. A ver coordinador: si ya lo han explicado antes, ¿por qué formulas esa pregunta y no las otras cincuenta que censuras?