El rumor de mercado sobre la posibilidad de que Telefónica de España, que ya es el primer operador de Brasil, amplíe su predominio quedándose con OI es algo más que un rumor. Es el producto de la reciente entrevista del presidente de Telefónica, José María Álvarez Pallete, con el presidente de Brasil Jair Bolsonaro y su plana mayor, entre ellos, el todopoderosos Ministro de Economía, Paulo Guedes, No olvidemos que Brasil tiene un problema con OI (la antigua compañía de telecomunicaciones brasileña, hoy en quiebra). Aunque hablar de 'pactos' entre políticos reguladores y empresarios de telecos resulta un poco fuerte, lo cierto es que puede hablarse de un acuerdo entre caballeros: si tú me resuelves el problema OI, yo te levantaré las trabas legales tanto a la expansión de la red de fibra, como a la modificación de tarifas. El político negará esto, el empresario negará esto... nosotros podemos asegurar que es cierto.

El Gobierno brasileño se compromete a reducir todas la trabas legales a la expansión de la red

Ahora bien, hacerse con OI cuesta 6.000 millones de euros y Telefónica tiene que presentarse ante los analistas como una empresa que lucha por disminuir su apalancamiento. Como ya hemos dicho, la deuda de Telefónica, según la doctrina Pallete, no es para asustar, siempre que funcione el Ebitda, la generación de ingresos. Y la generación de ingresos funciona

En cualquier caso, recordemos que para los analistas la excusa para una muy pobre evolución de la capitalización sigue siendo ese fuerte endeudamiento.

Y al parecer, a Bolsonaro no le importa reducir el número de operadores si mejora el servicio

 

De todas formas, si Bolsonaro cumple su palabra Pallete está dispuesto a asumir el reto de una economía brasileña cuya red es floja y cuyo PIB es fuerte. Todo indica que Brasil se va a convertir en la clave del futuro de Telefónica, por encima de Reino Unido, Alemania.., e incluso España.

Álvarez Pallete se la juega en Brasil, más que en Reino Unido, Alemania… incluso España

Y esto es bello e instructivo porque supone, también, que aBolsonaro no le preocupa tanto como preocupa a los reguladores europeos el reducir el número de operadores si con ello se consigue mejorar el servicio y digitalizar el país. Recuerden que en Europa hay más de 200 telecos, mientras que en EE.UU. hay solo tres (en España cuatro y una que aspira a serlo: Euskaltel).